Ecuador regresa a la Cumbre de las Américas luego de estar ausente en la anterior porque no fue invitada Cuba. Ahora que la isla estará en Panamá, el presidente de la República, Rafael Correa, confirmó su asistencia al evento al verse cumplida su exigencia.

De hecho, en una rueda de prensa ofrecida el jueves, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, consideró la invitación de Cuba al foro continental como un triunfo de Ecuador. “Si hablamos de democracia, si hablamos de derechos humanos, hablemos en serio. No había ninguna razón para que Cuba fuera excluida”, afirmó.

Cuando Ecuador se ausentó de la Cumbre de Cartagena, algunos analistas advirtieron sobre un eventual aislamiento del país en la región. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario y muchos países replicaron el gesto de Quito al manifestar que no volverían a asistir a esos foros donde fuera excluida la isla. Eso fue una presión suficiente para que el Gobierno panameño emitiera la invitación a La Habana.

Patiño consideró que en Panamá saldrá a la luz la necesidad de poner fin al bloqueo estadounidense contra Cuba y dijo que: “es positivo, le conviene a ambos, empresarios, ciudadanos y gobierno” y también a la paz en la región.

“Sigue siendo una demanda, tanto de Cuba como de los latinoamericanos y caribeños, que termine el bloqueo contra Cuba, que además de ilegal, injusto y criminal, ha demostrado el propio Gobierno de Estados Unidos que es ineficiente y no ha servido, sino todo lo contrario”, aseveró.

Actualmente, Ecuador ostenta la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (Celac). Y la Cumbre de las Américas básicamente es un encuentro entre este organismo con Estados Unidos y Canadá.

Jacobson y Patiño dialogaron

En ese marco Patiño conversó en las vísperas de la cumbre con la subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Latinoamérica, Roberta Jacobson, y le expresó el deseo sincero de que la región pueda mantener una relación “cordial, amistosa, incluso fraterna” con ese país, lo cual la alta funcionaria acogió de forma positiva.

“Le hemos manifestado el sincero deseo de (…) América del Sur, el Caribe, de que la relación entre este bloque de países y Estados Unidos sea una relación cordial, amistosa, e incluso fraterna (…), independientemente de que tengamos grandes diferencias en la política internacional”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores.

“Le he manifestado nuestro sincero deseo de poder servir como puente de comunicación y diálogo al más alto nivel entre los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos”, remarcó. Esta semana Washington bajó el tono contra Caracas y envió un emisario a esa capital para distender el ambiente previo a la cumbre continental.

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Según Patiño, la subsecretaria acogió de manera positiva este ofrecimiento y también le planteó la posibilidad de que personalidades y algunos extraordinarios líderes latinoamericanos podrían participar y contribuir a que ese diálogo se produzca.

Añadió que Jacobson le indicó que, pese a que el pasado 9 de marzo una resolución del gobierno de Barack Obama declarara a Venezuela como una “inusual y extraordinaria” amenaza a su seguridad nacional, en ningún caso esto debe considerarse como ninguna posición previa a una intervención militar en ese país.

“Le hice notar que la historia que hemos vivido, no la hemos vivido por gusto; nos permite tener memoria”, dijo y argumentó que por ello la región reaccionó de manera unánime en contra de ese decreto, a través de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y de la Celac.

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Desde el otro lado, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo a su par brasileña, Dilma Rousseff, que tiene la “disposición de promover una reducción en las tensiones” diplomáticas con Estados Unidos.

Rousseff conversó por teléfono con Maduro y luego con el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, informó la presidencia brasileña en un comunicado.

Maduro manifestó a Rousseff “su disposición de promover una reducción en las tensiones con Estados Unidos en base al respeto mutuo a la soberanía nacional de los dos países. La presidenta saludó la iniciativa de Maduro y se puso a su disposición para contribuir en esa dirección”, señala el texto de Brasilia.

Todo listo en Panamá

La Ciudad de Panamá recibirá hoy a los presidentes que participarán en la cumbre y en los eventos paralelamente organizados para la ocasión, aunque algunos de ellos, como el boliviano Evo Morales, arribaron ayer.

Hasta el momento, la organización de la Cumbre de las Américas tiene previsto que 2.000 representantes de los medios de comunicación del mundo cubran la séptima edición del evento.

El tema central de discusión de los jefes de Estado en la VII Cumbre de las Américas tratará sobre cómo combatir la desigualdad y alcanzar la prosperidad con equidad.

Para este encuentro, Panamá acogerá a más de 12.000 personas de los distintos países. Además, debido a la presencia de los jefes de Estado, el Gobierno panameño ejecutó un plan de seguridad.

Los representantes de los países asistentes han trabajado en una declaración final para la cumbre. Pero debido a diferencias entre Estados Unidos y otros países no se descarta que el encuentro termine sin ese documento. Sería la primera vez que ocurra. (I)

DATOS

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, viajará hoy a Panamá. También ha sido invitado a participar en la Cumbre de los Pueblos y tiene agendado un encuentro con su par costarricense, Luis Guillermo Solís.

El Mandatario concederá entrevistas a los medios de comunicación en la cita panameña. Ecuador no asistirá a los eventos que habrá paralelamente.

El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, mantendrá encuentros con representantes de los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), cuya presidencia pro témpore ocupa este año Ecuador.

El objetivo es preparar la reunión que se realizará en mayo en Quito para evaluar la ‘Agenda 2020’, que elabora la agrupación desde enero pasado, que contiene las metas de un lustro, entre las cuales destaca el enfrentamiento a la pobreza extrema.