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“EE.UU. ha decidido eliminar a quien sea y en cualquier parte”

“EE.UU. ha decidido eliminar a quien sea  y en cualquier parte”
02 de enero de 2014 - 00:00

Desde su despacho, en el último piso del Palacio de Najas, el canciller Ricardo Patiño resumió el 2013 como el año de las revelaciones que pusieron en crisis las relaciones diplomáticas. Para el Ecuador, el reto de 2014 será reavivar el espíritu integracionista latinoamericano.

Al hacer un balance sobre los procesos de integración regional, ¿cómo evalúa la actuación del Ecuador frente a organismos internacionales y su propuesta de crear nuevas entidades?
Creo que la integración latinoamericana se ha fortalecido desde la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), con presencia en varios ámbitos y en sus relaciones con otras regiones -ahora bajo la Presidencia pro témpore de Cuba- con Rusia, China, Unión Europea y creo que con la Unión Africana. También se han dado reuniones de los grupos de trabajo ministeriales de diversa naturaleza en este año y diría que, en ese sentido, Celac es el más nuevo de los organismos que mayor presencia ha tenido. Nosotros vemos eso con mucho interés porque Ecuador asumirá la Presidencia pro témpore en 2015.

Precisamente, ¿cuál es la expectativa del Ecuador con respecto a ese liderazgo?
Esperamos que en 2015 podamos ver concretados acuerdos de diversa índole como derechos humanos, infraestructura, economía y políticas económicas con parámetros similares en el tratamiento y políticas hacia los recursos naturales, hacia el comportamiento de las empresas transnacionales, avanzar a lo que podría llamarse la ciudadanía latinoamericana que implique movilidad amplia y ojalá podamos ver ya el sistema de seguridad social latinoamericana. Es decir, a partir del aprendizaje de lo que ha hecho Celac en los últimos tres años, durante el 2014 dedicaremos una buena parte de nuestro tiempo a plantearnos la agenda que propondremos como Presidencia Pro Témpore y que pueda llevarse adelante en 2015.

¿Qué ocurrió con los demás organismos de integración?
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) también dios pasos interesantes en su institucionalidad, pues se acordó, en principio, los términos de lo que sería el Tratado Constitutivo que seguramente en las próximas semanas se suscribirá por parte de los presidentes, un paso que implica, de alguna manera, alcanzar la mayoría de edad del ALBA que tiene alrededor de 9 años de creado. Eso permite formalizar mejor su funcionamiento y ser más eficiente en el cumplimiento de sus objetivos. En el caso de Unasur, sin embargo, existió un cierto debilitamiento como consecuencia de los problemas en torno al funcionamiento de la Secretaría General. Tuvimos a un extraordinario secretario, Alí Rodríguez Araque, pero desafortunadamente por sus problemas de salud la dinámica que se llevaba se ha debilitado de alguna forma. Por otro lado, a pesar de que concluyó su periodo de funciones en julio del año pasado, no hemos llegado a un adecuado consenso para nombrar al próximo secretario general. Eso hay que reconocerlo, ha generado un cierto debilitamiento en comparación a la fuerza con la que nació.

El presidente Rafael Correa ha cuestionado la lentitud en la gestión de Unasur por los problemas que menciona. ¿Cree que la elección de la presidenta chilena Michelle Bachelet, quien ayudó a consolidar la Unasur, reavive ese proceso?
Estamos muy estimulados con la reelección de la presidenta Bachelet porque fue una de las principales impulsoras del proceso de Unasur y estamos seguros de que contribuirá mucho a su fortalecimiento... Su liderazgo contribuye a generar un liderazgo colectivo. Estamos convencidos.

¿La muerte del presidente Hugo Chávez cuánto impactó en la integración de Latinoamérica?
Mucho creo que sí ha afectado. Sinceramente, me parece que ese ímpetu integracionista, la iniciativa y liderazgo que tenía Hugo Chávez nos hacen falta. Quiero decir que también sentimos la visión que tiene el presidente Nicolás Maduro, pero con la ausencia de Chávez él ha tenido la obligación de centrarse mucho más en el panorama nacional, le ha tocado enfrentar dos elecciones casi inmediatas y los intentos de desestabilización. Eso afecta porque el presidente Chávez tenía una agenda internacional, especialmente de integración, entonces no podemos negar que su ausencia ha afectado el proceso. Confío en que lo volvamos a retomar y espero que 2014 sea el año en el que lo hagamos y hay que partir de un punto importante: la elección del secretario general, que mientras más rápido lo hagamos lograremos el proceso del fortalecimiento de Unasur.
La integración regional, afectada por la muerte de Hugo Chávez, es un asunto pendiente para 2014.
Las relaciones con EE.UU. en 2013 fueron tensas y usted acaba de hacer un llamado al embajador Adam Namm para que explique la publicación de The Washington Post (intervención de la CIA en el bombardeo a Angostura) y otros temas como el espionaje a ciertos gobiernos. ¿Cuál es su balance?
Tendríamos que diferenciar la relación bilateral y la multilateral. Hay dos serios problemas que el mundo tuvo que enfrentar: la información sobre espionaje internacional que no dejó a nadie libre de ello y ha significado que las fuerzas de inteligencia de EE.UU. hayan violado todas las leyes que se pueda uno imaginar: normas de conducta, confianza internacional... Pero también la utilización ya regular del asesinato selectivo a través de los drones (aeronave no tripulada usada en intervenciones militares), que se comete como si no pasara nada. Si el Gobierno de EE.UU. decide que tal o cual persona es terrorista y lo manda a matar, no da ninguna explicación, pues si alguien reclama lo tildan de terrorista. Y si al otro día se dan cuenta de que se equivocaron, que en realidad eran personas en un funeral, en un matrimonio..., simplemente lo llaman “asesinato colateral”. En todo caso, están dedicados a la eliminación física de seres humanos, y de allí que también nos preocupa lo sucedido en Angostura (bombardeo del 1 de marzo de 2008 por parte de fuerzas militares de Colombia a un campamento guerrillero en territorio ecuatoriano), porque la información que sale en The Washington Post -información de periódico y por lo tanto debemos tener una reserva sobre su veracidad- pudiera tener también alguna autenticidad. Por eso hemos pedido al Gobierno de EE.UU. que se pronuncie al respecto; la información es muy grave ya que se dice que las claves para la utilización de una bomba, de un misil, estaban en manos de la CIA -es que justamente no la entregaban todavía a las Fuerzas Armadas colombianas para tener un cierto control- y recién en 2010 -se dice como una muestra de confianza- se entregaron las claves. Si esto es así, si se confirma que eso es cierto, estaríamos hablando de una intervención directa de la CIA en el bombardeo de Angostura, lo cual sería realmente gravísimo.

Si eso se confirma, ¿qué haría Ecuador en el plano diplomático?
No quisiera anticiparme, pues primero debemos tener la información. Antes es difícil pronunciarse, pero sería muy grave que EE.UU. o la CIA hubieran participado directamente en una acción que significa la violación a nuestra soberanía territorial. Pero esto es similar al tema de los drones... O sea, ellos han tomado la decisión de que pueden eliminar a quien sea y en cualquier parte del mundo. Esto es muy grave. Tenemos, este año y los siguientes, que tratar estos temas en los organismos multilaterales, pues no podemos permitir que ellos (EE.UU.) se autoarroguen funciones de exterminadores planetarios.

En Chile, la elección de Michelle Bachelet es un estímulo para el fortalecimiento de la Unasur.

Pero aún hay quienes cuestionan la política internacional del Gobierno y lamentan los impasses diplomáticos con EE.UU. ¿Tienen sustento esas críticas?
En el plano comercial se ven los resultados de esas relaciones: América Latina se consolidó como la región a donde llegó la mayor parte de nuestras exportaciones no petroleras, pasó del 31% al 33% (cifras de 2006 a 2012); América del Norte bajó su peso relativo del 29% al 23%, aunque aumentan nuestras exportaciones a EE.UU.; la Unión Europea bajó su peso relativo del 29% al 25%; el resto de Europa –Rusia incluida- subió del 7% al 9%; y Asia subió del 4% al 9%. Horizontalizar las relaciones comerciales ha permitido que Ecuador no sufra la crisis que afectó particularmente Europa. Por otro lado, las enormes inversiones en infraestructura que ahora vemos no serían posibles de no ser por nuestra relación con países que antes eran simplemente protocolarias como China o Rusia. También es muy importante en otros ámbitos como derechos humanos, la demanda ante la OEA por la situación de Julian Assange y la respuesta que hemos logrado. Esas críticas son absolutamente un sinsentido conceptual, en lo fáctico, en lo real, porque si hemos avanzado en muchos temas es por esa mirada distinta.

Además hay un proceso de reestructuración de la Cancillería y embajadas, ¿cómo avanza eso?
Estamos cerrando una serie de embajadas y consulados y planteándonos nuevas misiones diplomáticas, especialmente en África y Bielorrusia, donde ya se abrirá una en el primer trimestre de este año. Analizaremos también la posibilidad de abrir otra en el Caribe como parte del plan.

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