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La empresa estadounidense exigió al estado una millonaria indemnización

EE.UU. llevó la presión por Oxy hasta Brasil

EE.UU. llevó la presión por Oxy hasta Brasil
09 de abril de 2014 - 00:00 - Redacción Política

Estados Unidos buscó que Petrobras no llene el vacío dejado por la petrolera Oxy en Ecuador luego de que se declarara la caducidad del contrato con la petrolera norteamericana. Así lo asegura un cable de WikiLeaks, publicado ayer por el diario O Estado de Sao Paulo.

Ese documento revela que Estados Unidos condicionó en 2006 el aval para la venta de una refinería en Texas a que la petrolera brasileña se comprometiera a no ocupar el lugar dejado por Oxy en Ecuador.

La refinería en mención es la Pasadena Refining Systems (PRS), cuya adquisición es actualmente investigada por la Policía Federal, el Tribunal de Cuentas de la Unión y el Ministerio Público (Fiscalía) de Brasil debido a que, según documentos filtrados a la prensa, el acuerdo incluyó cláusulas que causaron perjuicios millonarios a la estatal.

Según el cable, Estados Unidos envió en 2006 varias misiones a Brasil con el propósito de entrevistarse con representantes del Gobierno y de Petrobras para entender la posición de la estatal brasileña en la región y su competición con las petroleras estadounidenses.

En los encuentros, Washington condicionó la aprobación de la venta de la refinería en Texas a garantías de que Petrobras “no tiene interés en asumir los activos de la Occidental Petroleum’s Ecuador” tras la caducidad del contrato firmado por el entonces presidente Alfredo Palacio.

“La misión recibió garantías de forma repetida y de manera más prominente durante la visita en junio de 2006 del secretario de Comercio (de Estados Unidos), Carlos Gutiérrez a la ministra de Casa Civil (Presidencia), Dilma Rousseff”, en la época también presidenta del Consejo de Administración de Petrobras, apuntó el informe.

“Ante esas garantías, ofrecidas a nivel ministerial, se cree que el caso Occidental no debe ser un obstáculo para la propuesta de Petrobras de adquirir el 50% de la PRS. No creemos que la adquisición de la PRS por parte de Petrobras signifique un riesgo a la seguridad nacional”, agrega el documento diplomático.

El cable reporta que enviados del Gobierno estadounidense se entrevistaron también en mayo de 2006, en Río de Janeiro, con el entonces director internacional de Petrobras, Néstor Cerveró, responsable de negociar la compra de la refinería.

“Sería una mala política para Petrobras minar su relación con la Occidental asumiendo sus activos en Ecuador”, afirmó a sus interlocutores Cerveró, citado por el informe.

En septiembre de 2006, el entonces presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, se reunió con integrantes de una misión en la embajada estadounidense y explicó que la intención de la estatal con sus negocios en el país norteamericano era elevar la producción diaria desde 2,4 millones de barriles hasta 4,5 millones en 2011.

Lo cierto es que el campo que dejó Occidental nunca entró a licitación internacional, ya que el gobierno ecuatoriano ordenó a la estatal Petroamazonas que opere ese bloque.

Según la investigación de las autoridades brasileñas, en 2006 Petrobras pagó 360 millones de dólares por la compra de la mitad del capital de la refinería, que un año antes había sido adquirida en su totalidad por 42,5 millones de dólares por la firma belga Astro Oil.

Esa empresa retuvo su participación del 50%, pero posteriormente Petrobras fue forzada a desembolsar otros 820 millones de dólares para comprar la otra mitad a Astro Oil, debido a una cláusula en el contrato que le obligaba a ello.

La operación fue autorizada en 2006 por los miembros del Consejo de Administración de Petrobras, que dirigía entonces Rousseff.

En un comunicado difundido en marzo, Rousseff admitió que la compra de la refinería en Pasadena fue autorizada debido a que el Consejo de Administración de Petrobras recibió “informaciones incompletas” de un laudo “técnica y jurídicamente equivocado”.

Lula reacciona

El expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que su sucesora tiene que lanzar una ofensiva para rebatir a la oposición sobre un supuesto caso de corrupción en Petrobras.

“Creo que el Gobierno debería tener una declaración de Dilma e ir para la ofensiva y debatir el asunto con mucha fuerza, no podemos permitir que por nuestra omisión prevalezcan mentiras”, dijo Lula.

El exmandatario vinculó la creación de una comisión parlamentaria de investigación en el Congreso sobre la supuesta compra irregular con las elecciones del próximo 5 de octubre, en las cuales se jugará la reelección Rousseff.

“El Gobierno y el Partido de los Trabajadores (PT), además de Petrobras, deben mostrar sus números y defender la verdad. No puede ser que cada año electoral la oposición quiera sacar provecho con un tema seis meses antes de las elecciones sin presentar algún programa de Gobierno”, se quejó.

Lula vinculó las denuncias sobre el caso de la refinería en Texas con un supuesto interés de sectores en “debilitar a Petrobras”.

ROUSSEFF VISITARÁ A CORREA

La revelación del diario O Estado de Sao Paulo, en base a un cable de WikiLeaks, ocurre en un buen momento en las relaciones entre Ecuador y Brasil.

Actualmente, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, planea visitar el Ecuador a mediados de este año para estrechar relaciones bilaterales.

Y hace poco, Brasil aprobó la entrada del banano ecuatoriano que está deseoso de nuevos mercados. La semana pasada, en cambio, estuvieron en Quito y Manta parlamentarios de ese país para impulsar los vínculos.

Ecuador y Brasil también han trabajado estrechamente en la creación de la Escuela Sudamericana de Defensa, cristalizada la semana pasada en Quito.

Entre Brasil y EE.UU., en cambio, hay un enfriamiento porque en septiembre pasado Rousseff canceló su visita a su homólogo Barack Obama por las denuncias de espionaje a su gobierno.

OXY SE FUE POR INCUMPLIR EL CONTRATO

El Estado ecuatoriano, en el gobierno de Alfredo Palacio, decretó la caducidad del contrato con la empresa estadounidense Occidental Petroleoum (OXY) porque la transnacional traspasó el 40% del título legal del bloque 15 a otra empresa norteamericana, sin autorización de las autoridades nacionales.

En el contrato, que fue firmado en 1999, había una cláusula que indicaba que el traspaso de las acciones sin permiso es causal automática de caducidad.

En 2004 OXY solicitó al Ministerio de Energía una autorización para traspasar el 40% de sus acciones cuando ya lo había hecho.

El 15 de mayo de 2006 el presidente Alfredo Palacio terminó el contrato al no cumplir con la Ley de Hidrocarburos. Entonces la petrolera demandó al país y el año pasado un fallo arbitral ordenó a Ecuador el pago de una millonaria indemnización, lo cual ha sido objetado en otro tribunal.

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