El mandatario reiteró las críticas con la cidh, que funciona en washington
Ecuador se compromete con el financiamiento de la CorteIDH
“Para nuestra Corte Interamericana de Derechos Humanos, garantía para nuestra ciudadanía de la Patria Grande, un abrazo ecuatoriano”, escribió la noche del jueves pasado el presidente Rafael Correa en el libro de visitas de ese tribunal.
Correa es el primer mandatario ecuatoriano en visitar la sede de la CorteIDH (Corte Interamericana de Derechos Humanos), que se encuentra en el barrio Yoses, en el este de San José, capital de Costa Rica. Fue recibido por Humberto Sierra, presidente del organismo judicial encargado de aplicar la Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros tratados.
Sierra reconoció el aporte que realiza Quito a la defensa de los derechos humanos. La sede de la CorteIDH ocupa una cuadra del barrio en donde habita la gente con más ingresos económicos de San José. La moderna edificación, de color blanco, tiene 2 pisos. En la planta baja funciona una pequeña sala en donde Sierra atiende a los invitados.
Arriba, por unas interminables gradas en forma circular, se encuentra la sala de sesiones, que deslumbra por los grandes ventanales que se cubren con cortinas blancas, al igual que los cartuchos en agua cristalina, que adornan la mesa central.
Sierra señaló que el Gobierno ecuatoriano destina $ 1 millón para que la organización siga funcionando. Agregó que la relación con Ecuador es próspera.
Por ello agradeció las convicciones democráticas en defensa de los derechos humanos que tiene Ecuador, sobre todo en cuanto al financiamiento de la organización. Correa señaló que la CorteIDH debe contar con fondos previsibles.
El Mandatario ecuatoriano recibió, de manos de Sierra, el símbolo de la justicia, como es el martillo judicial tallado en madera.
El gobernante calificó como un honor la invitación que recibió por parte de los magistrados. Dijo que el trabajo de la CorteIDH es incuestionable. “Estamos comprometidos con los derechos humanos, sin embargo eso no impide que cuestionemos ciertas distorsiones que creemos que tiene el sistema”.
Reiteró que en cuanto a la Corte no tiene ninguna observación, “porque se guían dentro de un riguroso proceso, muy apegada a la Convención e instrumentos de derechos humanos”.
Cuestionó el trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que es otra institución y tiene sede en Washington. Este último organismo se convirtió “en una comisaría, en donde van todos los perdedores de los gobiernos progresistas”. Agregó que otorga medidas cautelares, lo que atenta contra la soberanía de los estados y sus sistemas jurídicos. “En algunos casos se demoran años y en otros, horas”.
Rechazó que la CIDH tenga la sede en EE.UU., un país que no ha ratificado los instrumentos internacionales de derechos humanos, como el Pacto de San José.
Por ello, reiteró el aporte que realizan los estados para la CorteIDH porque garantiza la independencia judicial. Sierra explicó que la Corte no trabaja de forma permanente. Para Correa eso debería cambiar y señaló que podría tramitar con la OEA o la instancia que se realice una reforma.
Junto a Correa estuvieron el canciller Ricardo Patiño, la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, además de los ministros Guillaume Long, coordinador de Talento Humano; Cecilia Vaca, de Desarrollo Social; y el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, entre otras autoridades ecuatorianas.
Zúñiga explicó que Ecuador ha cumplido 13 sentencias del organismo, que fueron ejecutadas en gobiernos anteriores al de Correa. Además, informó sobre las reformas en la justicia, entre estas la creación de la Defensoría Pública.
DATOS
La ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, aseguró que antes de la reforma judicial, solo el 30% de los juicios terminaba en sentencia. Ahora ese porcentaje es de 70%.
De su lado, el canciller Patiño comprometió el apoyo de Ecuador para el financiamiento del organismo. Argumentó que siempre le ha preocupado al Estado el direccionamiento de recursos para financiar el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
El juez Pablo Saavedra halagó al presidente Correa por el uso de las camisas bordadas. “Es la envidia de nosotros”, le dijo el magistrado.
El Mandatario contó que son elaboradas por artesanos de una comunidad de Imbabura. Se comprometió en hacerles llegar una.