Las Fuerzas Armadas ecuatorianas volverán formalmente a los ejercicios militares (Unitas) organizados por Estados Unidos.   

La noticia la dio el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, durante el foro sobre el rol del Legislativo en la creación de políticas de defensa y seguridad que se cumplió en la Asamblea Nacional.

“En los ejercicios no nos vamos a dedicar a Estados Unidos, pero sí vamos a retomar las maniobras Unitas. Ya está aprobado”, enfatizó el Ministro de Defensa.

De esta manera, Ecuador volverá a participar en las maniobras navales, luego de 11 años. En 2007, el expresidente Rafael Correa renunció a estos ejercicios por considerar que no compartía la decisión estadounidense de cambiar la sede de los ejercicios a Colombia.

En los años siguientes, y esporádicamente, delegaciones ecuatorianas fueron parte de los ejercicios que se cumplen cada año desde hace más de seis décadas.

Para Jarrín estas maniobras no solo servirán como un mecanismo de capacitación, sino de protección de nuestro mar territorial.

“¿Por qué no vamos hacer maniobras Unitas?, si nosotros necesitamos en nuestro mar territorial, en la zona económica exclusiva, la presencia de naves de todos los países latinoamericanos”.  

El Ministro de Defensa aclaró que esta decisión no implica una pérdida de soberanía. “No habrá bases norteamericanas en nuestro territorio, pero sí colaboración con muchos países”.

Jarrín también aseguró que los oficiales de las FF.AA. irán a Estados Unidos para capacitarse. “El entrenamiento con los cursos que se realizan en Estados Unidos ya lo estamos haciendo. Los hemos retomado y ya asisten los oficiales al Colegio Interamericano de Defensa a fin de realizar los cursos que correspondan”.  

Por eso recalcó que espera no solo coordinar capacitaciones con Estados Unidos, sino con otros países con los cuales hubo una relación histórica de colaboración en el área de entrenamiento.

Entonces recordó cuando fue Comandante de la IV División del Ejército y llegaba la Legión Extranjera de Francia para entrenarse en la selva amazónica y luego los militares nacionales iban a Guyana.

“El intercambio es aprender, es coordinar, es elevar el nivel de mando, de habilidades”, recalcó Jarrín.

Política de defensa
Mientras tanto, casa adentro, el Ministerio de Defensa lidera la redacción de una política integral de defensa que incluya los aspectos de seguridad, desarrollo económico y social.

El foro de la Asamblea sirvió para que expertos de Estados Unidos, España y Colombia cuenten la experiencia de cada país en la elaboración de estas políticas.

El experto estadounidense Stephen Donehoo, quien dirigió el Centro de Operaciones del Ejército en el Pentágono, aseguró que es fundamental que una política de defensa sea considerada un tema de Estado, que supere los intereses políticos.

El mismo criterio tuvo Eduardo Madina, exmiembro del Congreso español y quien desempeñó un rol importante en las negociaciones para el fin de las acciones violentas de ETA.

Él recalcó que una ley de defensa y seguridad debe estar lejos de los vaivenes de los partidos políticos. “La política contra el terrorismo es efectiva cuando es de Estado, no cuando es partidista”.

También sostuvo que el eje de cualquier norma de defensa debe ser el ciudadano.  

Un ejemplo más cercano ofreció el colombiano Alejandro Arbeláez, exviceministro de Defensa, quien afrontó la violencia desencadenada por las FARC.

Arbeláez cree que es necesario proteger a los hombres, militares y policías que se enfrentan con los grupos violentos no solo con más implementos o logística sino con eficiencia judicial.

Las reformas que alista el Ministerio de Defensa no incluyen solo los ámbitos de defensa y seguridad, sino aspectos para la convivencia ciudadana como el desarrollo social, económico, cultural o educativo.

En las próximas semanas, se prevé entregar a la Asamblea las reformas a la Ley de Defensa, de Seguridad y de Inteligencia. La titular del Legislativo, Elizabeth Cabezas, manifestó que hay una comisión especial que acompaña la redacción de estas propuestas. (I)