Día Internacional de la Democracia
La Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante resolución en 2007, declaró el 15 de septiembre, “Día Internacional de la Democracia” entendida como valor universal, basado en la voluntad libremente expresada de los pueblos de determinar su propio sistema político, económico, social y cultural, y en la participación plena en todos los aspectos de su vida.
La democracia como forma de Estado y de gobierno está vinculada al principio de la soberanía popular y en el caso de la Constitución ecuatoriana, además al régimen del Buen Vivir como expresión de un sistema de inclusión y equidad, por tanto, la democracia es un sistema político donde lo colectivo tiene primacía sobre lo individual.
Es importante destacar que la democracia descansa sobre dos valores fundamentales: la libertad y la igualdad de todas las personas, por lo que no se debe reducir la democracia a lo electoral, sin desestimar que es importante que exista democracia electoral y sus mecanismos sean transparentes y fiscalizables; que el voto de los ciudadanos y ciudadanas se respeten, que se cuente y se cuente bien, aun cuando ahí no comienza ni acaba la democracia.
La Carta Democrática Interamericana, destaca su art. 1º, que los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas.
Esto nos conduce a destacar los elementos esenciales de la democracia:
1. El respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
2. El acceso al poder y su ejercicio con sujeción al Estado de Derecho;
3. Celebración de elecciones periódicas libres, justas y basadas en el sufragio universal, igual, periódico, directo, secreto y escrutado públicamente;
4. Régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y,
5. Separación e independencia de las diferentes funciones del poder público.
La democracia representativa; directa y comunitaria, establecida en la normativa constitucional ecuatoriana, se refuerza amplia y profundiza con la participación protagónica, permanente y responsable de la ciudadanía en la toma de decisiones, en la gestión de los asuntos públicos y en el control popular de las instituciones del Estado y de la sociedad, orientada bajo los principios de igualdad, autonomía, deliberación pública, respeto a la diferencia, control popular solidaridad e interculturalidad.
Tambien es necesario destacar, que la democracia es primordialmente una actividad cívica de servicio a los intereses patrios, es un compromiso crítico con la existencia colectiva y con las experiencias de poder que la misma democracia da origen.
En este año, las Naciones Unidas han resuelto centrar la conmemoración con el tema: ‘Participación de la juventud en la Democracia’ con la finalidad de implicar a la joven generación en los procesos democráticos.
Será importante con este motivo abrir un amplio debate que contribuya a la elevación de la conciencia cívica democrática, cuando se hace patente comprender las claves del mundo globalizado y transnacionalizado de hoy y su incidencia en el destino de los 16 millones de ecuatorianos que en los próximos quince años se duplicarán, esto es, serán 32 millones de seres que necesitarán resolver dentro de la organización social y política sus vitales necesidades.
Los jóvenes no deben ser atrapados en la videopolítica ni ser parte de un mercado de votos destinados a respaldar un mercado de bienes y servicios, sino sujetos activos, conscientes y participativos en la construcción de la nación plural intercultural y plurinacional en que estamos empeñados.