En el foro de las organizaciones sociales el ambiente es ambiguo. Las mesas de trabajo que conforman la VII Cumbre de los Pueblos, continúan dialogando sobre los problemas sociales que afectan al continente, pero un grupo de delegados esta inconforme por la organización del evento.

La delegación ecuatoriana, por ejemplo, no recibió sus acreditaciones al evento, lo que les impide participar ampliamente en las mesas de trabajo.

El dirigente indígena, Miguel Lluco lamentó que los representantes de la sociedad civil que traían un mensaje de respaldo a Cuba y de respeto a la soberanía de los estados, hayan tenido dificultades para participar del encuentro.

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En contraparte, Lluco comentó que no ocurrió lo mismo con quienes mantienen una voz contraria en contra de los gobiernos progresistas, como es el caso del legislador Andrés Paez.

La representante ecuatoriana de las organizaciones de mujeres, Liliana Durán, también denunció que no existieron las condiciones para llevar adelante una agenda de trabajo que puedan proponer a los presidentes.

La expectativa es que mañana haya las garantías necesarias para que los mandatarios puedan trabajar en una declaración conjunta que no obvie los temas de coyuntura como es la participación de Cuba en este foro y el levantamiento de la sanción de Estados Unidos a Venezuela. (I)