“Deberían fiscalizar tanto la Contraloría como los consejeros”

¿Qué abarca aquello de “provocador sociocultural”?

Es provocar para crear espacios, para sensibilizar a la gente, de manera especial a las autoridades, para que se vinculen hacia las manifestaciones artísticas y culturales que son parte de una formación integral del ser humano.

En esa provocación sociocultural para vincularse y ganar espacio, ¿qué eco han encontrado en las festividades de Sucumbíos, organizadas por la Prefectura a propósito del 26 aniversario de provincialización y del carnaval?

Las autoridades creen que las festividades son para promover a los artistas internacionales, en donde no escatiman esfuerzos para cubrir los gastos exagerados, mientras que el artista nacional es el menos considerado...  

A propósito de que la Prefectura de Sucumbíos ha preferido traer artistas extranjeros, ¿qué saben del presupuesto o costo que ello implicaría a los fondos públicos?

Sabemos que hay un estimativo de $750 mil que se han considerado para todas las festividades. Pero, solo en lo que se refiere a la contratación y presentación de Royce, Rivera y Maluma estimamos que mínimo habrán cobrado, en el paquete de esos 3 artistas, $400 mil... Yo creo que ese dinero debió invertirse bien, por ejemplo, en el ámbito sociocultural que es parte de un patrimonio, de la identidad de nuestro país.

¿Una provincia como Sucumbíos puede darse el lujo de fiestas y gastos como estos?

No creo pero hemos sido testigos de que acá en Sucumbíos se tenía primero establecido un presupuesto de $300 mil para las festividades, pero sin duda se gastaron más. Con esa suma se podrían realizar actividades para los diferentes cantones (7) que hacen la provincia y no solo centrarse en Lago Agrio y Shushufindi; en el primero por compromiso político del prefecto y en el segundo porque la viceprefecta (María Jaramillo) vive ahí, en donde se hizo un evento solo para complacer a la Asociación de Guarandeños que está instituida y cuenta con el apoyo del Municipio de Shushufindi. Al prefecto le da la voluntad de aparecer como prioste y con los recursos del pueblo portarse generoso.

En la publicidad de las fiestas se ven no solo las fotos y nombres de los artistas sino también del prefecto y la viceprefecta, ¿cree que hay un afán de publicitar su imagen como si estuvieran en constante campaña política?

Son gente que no madura, creen que con una foto van a elevar la autoestima de la gente y no, sucede al contrario, la gente más bien se siente agredida por el tipo de publicidad que manejan y sobre todo por los recursos que gastan.

¿Quién debería tomar cartas en el asunto para determinar cuánto se gastó del erario público?

Deberían actuar y cumplir su papel de control y de fiscalización tanto la Contraloría como los consejeros.

La Prefectura debe rendir cuentas para que, en caso de detectarse irregularidades, no vuelvan a suceder este tipo de cosas, incluso en los municipios, y no solo de Sucumbíos sino de las demás provincias de la Amazonía, porque ya se ha hecho una costumbre en gobiernos locales de Orellana y Morona.   

Por ejemplo, en Morona Santiago nos quedamos admirados en las elecciones anteriores porque el prefecto -que es de la nacionalidad shuara- Marcelino Chumpí, quien milita en el movimiento Pachakutik, para el cierre de campaña con el fin de lograr la reelección se dio el privilegio de traer igualmente a Prince Royce.