El presidente Rafael Correa basó su segundo discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en la lucha contra el cambio climático, en consonancia con la conferencia que se celebrará a finales de año sobre este tema.

El Mandatario ecuatoriano denunció que las emisiones de efecto invernadero se han multiplicado en 3.5 veces en los últimos 50 años "lo que nos lleva al concepto de responsabilidades comunes pero diferenciadas".

Ecuador, dijo, sufre las consecuencias del cambio climático con el pingüino de Galápagos que está en peligro de extinción.

En esa línea expresó que los países de la cuenca amazónica producen bienes ambientales. "Esa generación puede ser muy costosa por lo que renunciamos, lo que se llama costo de oportunidad". Dijo que si solo se compensará esto, los países pobres no necesitarían ayuda para el desarrollo.

"Cuando un bien ambiental se vuelve escaso se debe restringir su consumo. ¿Por qué se hace lo contrario? Porque el problema no es técnico, sino político ", apuntó.

Por eso dijo que el problema del cambio climático podría resolverse con más justicia. Además planteó una declaración universal de los derechos de la naturaleza.

"Si no logramos acuerdos vinculantes (en París) podríamos iniciar el entierro de nuestra civilización", advirtió.

El Jefe de Estado de Ecuador aprovechó su participación en el foro de la ONU para denunciar el desastre ambiental que dejó la empresa transnacional Texaco (hoy Chevron) en el país. "Los invito a venir a Ecuador para que pueden observar las piscinas de petróleo que dejó esta empresa 20 años después", dijo.

Indicó que Chevron ha gastado cantidades de dólares en campañas para el desprestigio de Ecuador, por lo que hay que ponerle un cese a los abusos de las empresas transnacionales contra la naturaleza y pueblos suramericanos. "Ecuador utilizará el arma mas letal, la verdad", afirmó.

También se refirió a temas internacionales. Celebró el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU., pero pidió el fin del bloqueo por un asunto de justicia y devolver Guantánamo.

Reconoció al Estado palestino con Jerusalén Este como capital y con las fronteras de 1967.

También apoyó a Argentina en su reclamo de las Malvinas y defendió el derecho del pueblo sirio a escoger su futuro sin interferencias. (I)