La ceremonia se realizó desde las instalaciones del ecu-911 en quito
Coca Codo Sinclair genera 1.035 MW de energía con sus turbinas en plena operación
Quito y Sucumbíos.-
Las 11:28 del viernes 18 de noviembre pasará a la historia como el momento en el cual la realidad energética de Ecuador se transformó. A esa hora, los presidentes de Ecuador, Rafael Correa y de China, Xi Jinping, presionaron los botones con los cuales prendieron las 8 turbinas de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CCS), considerada la obra más importante del Gobierno Nacional.
El acto se realizó desde las instalaciones del ECU-911, en Quito. Simultáneamente, desde Sucumbíos, el vicepresidente de la República, Jorge Glas, verificó el correcto funcionamiento de las turbinas, confirmando que en ese momento ya generaban 1.035 MW, potencia que aumentará conforme la demanda. Al mismo tiempo se enviaron 240 MW a Colombia.
Esta central hidroeléctrica, cuya construcción empezó en julio de 2010 y que tiene una capacidad generadora de 1.500 MW, está ubicada en las provincias de Napo y Sucumbíos, en los cantones El Chaco y Gonzalo Pizarro, respectivamente. “Es un día histórico para Ecuador, inauguramos la obra más grande construida en el país”, remarcó el presidente Rafael Correa, al empezar su intervención.
El mandatario mencionó que la central por sí sola podría abastecer de electricidad a todos los hogares del territorio ecuatoriano. La inversión destinada alcanzó los $ 2.245 millones, de los cuales $ 1.682 millones corresponden a un crédito del Exim Bank of China.
“China es la más importante fuente de financiamiento del mundo, incluso para países desarrollados (...) Ecuador es el cuatro país receptor de financiamiento chino en esta región”, dijo el presidente Correa explicando que las economías de ambos países se complementan.
El aporte del país asiático también sirvió para financiar otros proyectos en materia energética como las hidroeléctricas Minas-San Francisco, Delsitanisagua, Mazar-Dudas, Sopladora, la línea de transmisión de 500 KV, la central eólica Villonaco y la central termoeléctrica Esmeraldas II.
La estrecha colaboración de China en generación eléctrica contribuyó a que las fuentes renovables sean la base para el 85% de la energía generada actualmente en el país. “Ecuador ya cuenta con 85% de energía limpia y para 2017 superaremos el 90%, uno de los porcentajes más altos del planeta, subrayó el presidente Correa.
Coca Codo Sinclair también representa ahorro para los ecuatorianos. El Estado dejará de gastar $ 600 millones anuales en importación de combustibles. Gracias a lo anterior, según Correa, la inversión destinada al proyecto se amortizará en cuatro años.
Cuando las ocho hidroeléctricas, construidas por el Gobierno entren en pleno funcionamiento, el ahorro superará los $ 1.000 millones por año. Pero los beneficios no solo son económicos. Las plantas generadoras de energía evitarán la emisión a la atmósfera de 6,3 millones de toneladas de CO2, un monto equivalente a lo que contaminarían 1.2 millones de vehículos medianos.
El mandatario no olvidó a los 14 técnicos (3 chinos y 11 ecuatorianos) fallecidos el 13 de diciembre de 2014, durante la construcción de CCS, producto de un accidente. Al finalizar insistió en la relevancia del proyecto. “Esta es la patria nueva, que nadie ponga límites a nuestros sueños”, concluyó.
Por su parte, el presidente de La República Popular de China recordó que, durante la visita efectuada por Correa a su país en 2015, los dos Jefes de Estado decidieron establecer una asociación estratégica entre ambas naciones.
“En los últimos años ambos países han mantenido sinceridad y confianza mutua en lo político, la cooperación ganar-ganar en lo económico, un creciente intercambio cultural y una cooperación cada vez más estrecha en el plano multilateral”, precisó Xi Jinping.
Las coincidencias ideológicas para alcanzar el desarrollo mutuo, no solo favorecen a China en las conexiones con Ecuador sino que influyen también positivamente en las relaciones de Pekín con el resto de países latinoamericanos.
Durante su intervención, el presidente Xi Jinping valoró las características geográficas del país y sus habitantes. Según sus palabras, Ecuador se ha convertido en un importante socio en materia de inversión y financiamiento, a través de la contratación de obras y la cooperación de energía y recursos.
“Un gran número de países en vías de desarrollo están avanzando rápidamente. Esto ha inyectado un renovado dinamismo a la economía mundial”, mencionó el mandatario chino quien agregó que la relación ganar-ganar con China “está en su justo momento”.
Un proyecto que demoró décadas para hacerse realidad
Hace más de 50 años atrás, el entonces Instituto Ecuatoriano de Electrificación (Inecel) realizó los primeros estudios para construir Coca Codo Sinclair. Desde ese entonces se pensó en la posibilidad de contar con una central hidroeléctrica que pudiese aprovechar el potencial energético de los ríos Quijos y Salado que forman el río Coca, con un caudal medio anual de 225 metros cúbicos por segundo.
Ahora, después de haber sido construida con el concurso de la empresa china Sinohydro, su embalse compensador tiene una capacidad de almacenamiento de 1’200.000 m3, de los cuales 900.000 m3 son utilizados por día.
Jaime Salvador, subgerente del Proyecto, señaló que CCS envía energía a la subestación El Inga, en el nororiente de Quito. Desde el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), esa energía es dirigida a la subestación Santa Rosa para dotar de luz al sur del país y, también, a la estación Pomasqui para abastecer a la zona norte.
Por otra parte, durante el histórico día del inicio a plenitud de las operaciones de Coca Codo Sinclair, el Gobierno Nacional informó también que comenzó la construcción del hospital Napoleón Dávila en Chone, una instalación pública que -a similitud de lo que ocurrió con el nuevo hospital Miguel Ilario Alcívar de Bahía de Caráquez-, fue destruida en el sismo del 16 de abril.
El financiamiento para estas dos obras provino de un crédito no reembolsable de $ 193 millones otorgado por China. “Es la cooperación más grande que ha recibido Ecuador en toda su historia”, dijo Correa. (I)
DATOS
A $ 5.280 millones llegó la inversión total en 10 proyectos hidroeléctricos: Coca Codo Sinclar, Sopladora, Minas San Francisco, Delsitanisagua, Quijos, Mazar Dudas, Sistema de Transmisión en Extra Alta Tensión 500 kV, Villonaco, Toachi Pilatón y Termoesmeraldas II.
$ 3.374 millones para el financiamiento de aquellos proyectos hidroeléctricos fueron conseguidos a través de créditos otorgados al Estado ecuatoriano por el Eximbank y el Banco de Desarrollo de China.
7.739 puestos de trabajo directos se generaron durante la construcción de Coca Codo Sinclair. El 47% de aquellas plazas laborales fue ocupado por pobladores amazónicos y el 33% por trabajadores residentes en otras regiones del país.
$ 37’300.000 se invirtieron en diversas intervenciones sociales y ambientales que acompañaron la construcción y funcionamiento del proyecto hidroeléctrico más grande del país. (I)
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El país tiene la provisión asegurada
La generación hidroeléctrica crecerá en 2017
La ubicación estratégica de las 8 centrales hidroeléctricas (Coca Codo Sinclair, Quijos, Sopladora, Minas-San Francisco, Toachi-Pilatón, Delsitanisagua, Manduriacu y Mazar-Dudas) permitirá que cuando una instalación no cuente con agua suficiente, las otras sirvan de balance, evitando inconvenientes en el despacho de energía.
Entre 2006 y 2015, la capacidad de generación eléctrica pasó de 4.070 MW a 6.010 MW, es decir, aumentó en 1.940 MW. Con la operación plena de las 8 centrales hidroeléctricas, dicha capacidad aumentará a 8.569 MW en 2017, indicó la última rendición de cuentas efectuada por el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable (MEER).
Según la ‘Agenda Nacional de Energía 2016-2040’, en 2006, la generación de energía dentro del Sistema Nacional Interconectado (SNI) estaba compuesta por el 46% de fuentes térmicas, 53% hídricas, y 1% de fuentes renovables no convencionales. Al 2017, la generación hidroeléctrica alcanzará el 90%, reduciendo al 8% a las termoeléctricas y al 2% a la no convencional.
Datos del MEER, con corte a agosto de 2016, indican que la hidroeléctrica Minas-San Francisco registra un avance de obras del 86,30% y generará 270 MW; Toachi-Pilatón (92,90%) aportará 254 MW; Delsitanisagua (62,86%) 180 MW; Quijos (46,72%) 50 MW; Mazar-Dudas (86,03%) 21 MW, mientras que Sopladora -inaugurada en agosto pasado- genera 487 MW y Manduriacu -operativa- 65 MW. (I)