A menos de un año de las elecciones presidenciales y de parlamentarios, programadas para el domingo 7 de febrero de 2021, aún persiste la desconfianza en la sociedad civil por el trabajo que realice el Consejo Nacional Electoral (CNE) por el desarrollo de los comicios.

Para recobrar esa confianza, el CNE busca solucionar sus problemas institucionales con miras hacia unas elecciones transparentes. Uno de los principales temas a definir este año será el mejoramiento de su plataforma tecnológica.

En febrero pasado, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, informó que de 162 servidores informáticos que se utilizan para el procesamiento de las actas, 158 cumplieron su vida útil, lo que significa que el 98% de esos equipos está obsoleto.

Indicó que es necesario que hasta la segunda semana de marzo 2020, el Ministerio de Finanzas transfiera los recursos para realizar los procesos de contratación y ejecutar la reingeniería del sistema informático. “Solo así se podrá realizar la primera prueba técnica y el simulacro de elecciones programadas para el 7 y el 15 de enero de 2021, respectivamente”, dijo Atamaint.

Dayana León, experta electoral, sostuvo que la institucionalidad electoral es fundamental para garantizar la transparencia en los próximos comicios. Por ello, ve importante que para este proceso de transparencia el CNE acoja la iniciativa de una comisión ciudadana que impulse un proceso de mediación, pero bajo ninguna condición.

“Cuando uno quiere fortalecer la democracia, no se le puede poner condiciones a la voz del pueblo. Creo que esta comisión puede dialogar y establecer un nexo mediador, a fin de tener unas elecciones transparentes y no unas fallidas, tramposas, etc.”, mencionó León.    

Además, ve fundamental que para mejorar esa transparencia, el Consejo Nacional Electoral asuma y busque una estructura con la que realice convenios con otras instituciones, como la Comisión Nacional Anticorrupción.

Con ella trabajaría en el tema del uso de los fondos por parte de las organizaciones políticas, de la ruta del dinero empleada desde la corrupción para financiar procesos electorales. “La transparencia también se mide en la medida en que la corrupción no mete mano en la urna electoral”, destacó.

¿Cómo recobrar la confianza en el electorado?

Luis Verdesoto, consejero electoral, consideró que hay que reformar el presupuesto, el sistema informático, los procesos electorales, entre otros, para lograr una eficiencia administrativa.

“Será muy difícil rectificar la desconfianza en la ciudadanía, pero hay que tratar una y otra vez hasta recuperar mínimos de confianza”, mencionó Verdesoto.

Para María Fernanda Carvajal, docente de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil, la desconfianza en la ciudadanía por el nuevo proceso electoral persiste por los últimos acontecimientos negativos que envuelven al CNE, los cuales han perjudicado su imagen institucional y corporativa. Ello -resaltó- genera “un panorama de incertidumbre y desconfianza entre las personas”.

Mencionó que el tema se agudiza por el accionar de los cinco consejeros electorales, quienes se han visto involucrados a ciertas organizaciones políticas, lo que también genera ciertos intereses. “Todo esto lo percibe el ciudadano de a pie”.

Comentó que actualmente hay un panorama de indecisión entre los ecuatorianos por los próximos comicios, debido a la desconfianza hacia los políticos.

Carvajal estimó que el próximo candidato “saldrá de un outsider, es decir, de una persona que pueda traer cambios en el ámbito social y expectativas que tiene la gente”.  

Pese a ello, espera que los comicios de 2021 se desarrollen de manera transparente para que el CNE recupere su credibilidad perdida en los últimos años. “No se sabe si habrá o no transparencia, porque la duda crece desde que las autoridades anuncian que tienen equipos obsoletos para los próximos comicios”, agregó. (I)