El Consejo Nacional Electoral (CNE) realizará auditorías públicas nacionales e internacionales de los procesos electorales que ejecute.

El organismo electoral tomó la decisión luego de conocer el informe final de la misión de observación de la  Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Los extranjeros recomendaron exámenes minuciosos sobre los procedimientos del sufragio, entre ellos, la entrega oportuna del padrón electoral o la revisión de la plataforma tecnológica de gestión electoral.

El organismo regional observó los comicios seccionales del 23 de febrero pasado. En esa ocasión participaron 41 delegados en 12 provincias del país.

Domingo Paredes, presidente del CNE, señaló que la institución acogerá todas las sugerencias para las elecciones de 2017 y se compromete a realizar auditorías con participación nacional de representantes de la academia, de las organizaciones políticas y de las misiones de observación electoral internacional. Paredes espera que los estudios sean “públicos, claros, transparentes para que el país esté tranquilo y sepa que el sistema que se va a utilizar en esas elecciones fue transparente, sin obscuridad”.   

Unasur encontró fallas en la entrega del padrón electoral a las organizaciones políticas. Paredes reconoció que “se entregó un padrón que no sirvió a la ciudadanía ni a las organizaciones”.  Garantizó que en las elecciones presidenciales de 2017 se entregará el insumo a tiempo, además “se trabajará y se chequeará con las mismas organizaciones políticas y sociales”, como parte de un proceso de auditoría del padrón electoral.        

El organismo regional evidenció  que las actividades de información de los sujetos políticos no incluyeron auditorías, “sino exposiciones insuficientes”.

Además no se realizaron pruebas del sistema integral, es decir el software utilizado en las elecciones. Todas las revisiones fueron parciales o aplicadas a un  30% del programa, “que no fue suficiente para verificar la capacidad del procesamiento del sistema en condiciones reales”.  

Ante esto, Paredes recordó que el CNE terminó el contrato con Scytl, la empresa que se encargó de la plataforma tecnológica de gestión de los pasados comicios.  

Paredes señaló que el proceso judicial está ahora en manos de la Procuraduría  y que se busca  “dar término a un contrato con una empresa internacional que no estuvo a la altura del desafío del CNE”.  

Unasur también  aconsejó al organismo electoral ecuatoriano que  mejore los mecanismos de capacitación a los miembros de las juntas receptoras, pues en los comicios, según Paredes, solo se capacitó a un 70% de integrantes de mesa. “Basta del turismo de las misiones internacionales, que sean los mismos que verificaron, observaron y recomendaron en estas elecciones, los que vengan en las próximas elecciones a auditar y apuntar los progresos”, concluyó Paredes. Wilfredo Penco, jefe de observación de Unasur, opina que las auditorías fortalecerán la democracia ecuatoriana.