Cero propuestas llegan de las casas legislativas
Un promedio de $ 240.000 han costado hasta el momento al país el mantenimiento de las 25 casas legislativas que fueron creadas por el expresidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero (2009-2013).
Este valor sin tomar en cuenta los sueldos de los dos funcionarios promedio que laboran en cada una de las entidades. Estas nacieron con el propósito de que la ciudadanía pueda tener contacto directo con sus representantes, conocer las leyes en trámite o aprobadas, y socializar propuestas legislativas.
La iniciativa, que nació con un presupuesto de $ 20.000 para la adecuación de oficinas que se usan por convenio con algunas instituciones, se consolidó en la presidencia de Gabriela Rivadeneira. Transcurridos alrededor de siete años de vida de estas subsedes de la Asamblea, el balance no es alentador.
A criterio de asambleístas y analistas políticos debería haber cambios significativos en los objetivos. Por ello proponen corregir algunas cosas para que el servicio que brindan las casas legislativas sea más útil.
Wilma Andrade, asambleísta por la Izquierda Democrática (ID), indicó que está bien que estas subsedes sean un espacio para recibir a ciudadanos que requieran conocer o plantear alguna normativa legal.
Sin embargo, enfatizó que no reciben de ellas una retroalimentación de propuestas ciudadanas. “Estoy en varios grupos parlamentarios y en comisiones y nunca hemos recibido un pedido o planteamiento desde las casas; hay cero propuestas”, subrayó. Por ello cree necesario reorientar la función de estas casas.
Para Andrade sería importante que la información de cuántas personas acuden a estas subsedes estuviera en manos del presidente de la Asamblea, César Litardo, y del Consejo de Administración Legislativa (CAL).
Ella considera que deben tomarse definiciones respecto al mantenimiento, fortalecimiento o eliminación, si fuera el caso, de las casas legislativas que estarían subutilizadas o que no tienen un uso adecuado y útil.
Patricio Donoso, segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, manifestó que hay casas legislativas activas, como la de Cuenca, pero que existen otras que no lo están. “No tengo los datos de esas subsedes, por lo que se tendrá que revisar a futuro qué hacer con esas casas en donde la actividad es menor”, indicó el asambleísta del movimiento CREO.
Para Francisco Huerta, analista político, la función de las casas de la Asamblea se cumplió a media asta porque había mucho sectarismo. Por ello cree necesario que exista una mayor participación legislativa para así darles un mejor funcionamiento a dichos lugares. “Hay que llegar más a la ciudadanía para que tenga mayor apertura a la voz de las personas y no solo la voz de los legisladores”, comentó.
En cambio, Lourdes Tibán, exasambleísta de Pachakutik, señaló que una casa legislativa debería ser bastante imparcial e independiente. “Dependiendo del número de legisladores que hay en cada provincia debería haber una oficina para cada uno, y así se atiendan las necesidades de la ciudadanía”, comentó.
Tibán dijo que en sus ocho años como asambleísta nunca fue a la casa legislativa de Latacunga porque estaba hecha para el oficialismo.
Hay 25 casas legislativas
En la actualidad, la Asamblea tiene activas 25 subsedes en todo el país. Mientras que las casas del exterior: Madrid, Nueva York, Toronto y Milán están cerradas. Estas se reabrirán en los próximos meses, según indicó la Coordinación General de Participación Ciudadana de la Asamblea.
El presupuesto de las 25 casas legislativas, por arrendamiento, pago de alícuotas y mantenimiento, es de alrededor de $ 60.000 al año. Los sueldos son aparte.
En cada casa legislativa existe un gestor y un asistente. El primero es el representante de la Asamblea en territorio. Su función es ser el puente entre el Parlamento y la ciudadanía.
De acuerdo con la Coordinación General de Participación Ciudadana de la Asamblea, las 25 casas atienden al público desde las 08:00 hasta las 16:30 de lunes a viernes. (I)