La pequeña Anahí Torres y su familia fueron los invitados especiales del presidente de la República, Lenín Moreno, al Palacio de Gobierno en Quito.

La niña, de ocho años, escribió una carta al Primer Mandatario durante la crisis desatada por las manifestaciones de octubre pasado. En ella felicitaba al Jefe de Estado por su “paciencia” para rescatar la paz en el país.

La pequeña y su familia estaban muy preocupadas por los hechos violentos que se desataban en las calles de Quito y otras provincias. Su angustia se incrementaba porque su padre, Diego, es un policía en servicio activo. Él fue destinado a mantener el orden durante las protestas callejeras.

El Presidente conversó con la niña, sus padres y hermana. “Me impresionó la carta tan inteligente que me envió Anahí”, dijo el Mandatario, según un comunicado de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República.

Luego el Jefe de Estado recalcó que la pequeña tenía un panorama claro sobre la política ecuatoriana, “principalmente la necesidad de que su padre cumpla con su misión”.

Diego Torres fue otro de los policías retenidos por los manifestantes en la parroquia de Calderón, a las afueras de Quito. Él resultó con una herida en uno de sus pies, pero está recuperado.

El uniformado ratificó al Presidente la violencia que enfrentaron durante las protestas. “Nos ultrajaron, nos insultaron, nos metieron a un camerino del estadio (...)  Nos decían que iban a quemarnos y que iban a matarnos porque nos lo merecíamos”.

El presidente Moreno recalcó que el Gobierno no imaginó que a las protestas de los movimientos indígenas iban a unirse grupos criminales. Al final del encuentro, Anahí Torres contó la emoción del encuentro en Palacio. “Me gustó mucho que el Presidente me haya recibido. Yo lo admiro mucho y siempre he querido estar aquí y abrazarlo”, contó.

El Gobierno ratificó su respaldo a policías y militares que actuaron en las protestas de octubre. (I)