En el seno de la Organización de las Naciones Unidas, el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Guillaume Long, afirmó que “la humanidad no requiere altos muros, sino puentes más largos”.

Su intervención se efectuó en el marco de la 72ª sesión plenaria de la recordación del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, la Xenofobia y la Intolerancia. “Si extirpamos las condiciones que generan la guerra y la miseria, para lo cual se requiere de relaciones internacionales más justas y de financiamiento para el desarrollo, los desplazamientos humanos forzados serán cosa del pasado. La crisis migratoria global exige solidaridad y políticas internacionales para fomentar la paz y la prosperidad socioeconómica”.

El Ministro resaltó que actualmente existe un resurgimiento de visiones xenófobas y políticas racistas, que deben preocuparnos y recibir respuestas firmes y unánimes de las naciones. Recordó que la Constitución ecuatoriana refleja avances en materia de migración, pues reconoce principios de la ciudadanía universal y libre movilidad.

“Muchos de nuestros compatriotas fueron expulsados de Ecuador, a fines del siglo pasado y a principios del presente, por una crisis financiera y económica ocasionada por banqueros irresponsables e inescrupulosos, que mandaban al poder político de turno. El régimen plutocrático de entonces significaba una relación incestuosa entre poder financiero y poder político que impedía la toma de decisiones políticas al servicio del bien común”, dijo.

Y destacó que se busca coherencia, defendiendo a los migrantes, pero también “acogiendo a quienes desean vivir y enriquecer a nuestra patria con su diversidad cultural. Hemos acogido a 60.000 refugiados del conflicto colombiano”. (I)