El estado de excepción en morona santiago se mantendrá por 30 días para resguardar la integridad de sus habitantes
Campamento no está en tierras ancestrales
Macas.-
Agricultores de la zona aledaña al campamento minero San Carlos de Panantza, en Morona, están más tranquilos con la presencia de los militares. Ellos llegaron a ese territorio amazónico desde la noche del miércoles en que fue declarado el estado de excepción en la provincia.
Los campesinos de las parroquias de San Miguel de Conchay y San Francisco denuncian, sin dar nombres por temor a represalias, que una facción de la etnia shuar los amenaza. “Cuando se validó el contrato de ocupación de la empresa minera a cargo del proyecto de extracción (Explor Cobres), a mediados de año, un grupo de indígenas decidió desplazarse y atrincherarse por los alrededores. Desde entonces han venido sembrando el temor en los comuneros, amenazan con saquear las fincas y destruir sembríos si no nos unimos a su lucha, que por cierto ha sido politizada”, aseguró un ganadero de la zona quien prefirió no dar su nombre.
La Gobernación de Morona informó que existen denuncias de la ciudadanía de que los invasores llegaron al sitio desde 2010. Afirman que los integrantes de la etnia shuar, a través de amenazas y violencia, han tratado de tomarse los terrenos de cinco propietarios. También aclaró que los terrenos en donde está asentado el campamento no son tierras ancestrales como informó la dirigencia indígena.
Los principales de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) pidieron el jueves pasado que para dialogar deben retirarse los policías y militares de la zona. Además ratificaron su postura de resistencia en defensa de lo que consideran su territorio, en contra de la minería.
El proyecto San Carlos Panantza comprende un área de 41.760 hectáreas. Se trata de un proyecto minero principalmente de cobre, cuya concesión pertenece a la empresa china Explor Cobres S.A. (EXSA). Tendrá una vigencia aproximada de 25 años.
Los camiones de la Fuerza Terrestre permanecen a ambos costados de las carreteras que conducen a los cantones San Juan Bosco y Limón Indanza. También hay presencia de policías, quienes verifican que ingresen exclusivamente los habitantes de la zona, en donde existen extensas plantaciones de cacao, yuca, plátano y tomate.
Representantes de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, ECU-911, Ministerio del Interior, la gobernación provincial y demás entidades encargadas de la seguridad, se encuentran en permanentes reuniones desde el miércoles pasado, para vigilar el operativo de control y orden.
“Nuestro objetivo es devolver la paz al sector afectado y garantizar la seguridad de los habitantes de esta importante zona productiva, que además se destaca por tener atractivos turísticos”, dijo el gobernador Rodrigo López.
“Agradecemos por el operativo, hace meses clamábamos porque se interviniera. Los subversivos andan armados y en las noches disparan al aire para intimidar, esperamos que esto termine, pues nuestras familias viven con temor”, señaló Gloria, habitante de la parroquia San Francisco, cantón San Juan Bosco.
A dos días de la declaratoria del estado de excepción. En el cantón Morona, la capital provincial y específicamente en Macas, cabecera cantonal, las actividades se desarrollan con normalidad. Las unidades educativas, entidades bancarias, instituciones públicas y comercios atienden sin contratiempo.
Aunque el estado prohíbe la organización de eventos de congregación masiva y reuniones públicas, el ámbito turístico y comercial no se ha visto afectado.
Los mercados Central y La Unión, los dos centros de expendio de productos de primera necesidad más grandes de la capital provincial, atendieron ayer con relativa normalidad. (I)
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Arma usada no era artesanal
Casquillo de bala que mató a policía, en análisis
En análisis pericial está el casquillo que mató al policía José Luis Mejía Solórzano, de 29 años, durante una emboscada al contingente que se dirigía a la zona de La Esperanza, en la provincia de Morona Santiago, para controlar posibles ataques a una empresa minera.
El comandante de Policía, Diego Mejía, indicó que la citada evidencia, hallada en la escena del crimen, demostraría que los atacantes usaron armas de grueso calibre. “No se trata de perdigones, el proyectil traspasó el cráneo del policía que además estaba dentro de un camión militar que se dirigía a la zona donde se reportó el conflicto”, reveló.
Por este motivo, aclaró que se trata de una emboscada en donde no se produjo ningún enfrentamiento, la misma que fue propiciada por alrededor de 60 personas que interrumpieron la marcha del vehículo con uniformados.
Los disparos se realizaron desde la selva, lo que también dejó 8 heridos impactados con perdigones. “Son hechos que no se pueden permitir, nos hemos acercado a la comunidad, no es un problema de falta de comunicación sino de un pequeño grupo extremista“, añadió.
Está en marcha un operativo tendiente a capturar a los atacantes y causantes de la muerte del gendarme, cuyo cuerpo fue recibido ayer con honores en la Base Aérea de Manta. Milton Zárate, jefe de Estado Mayor de la Policía, informó sobre el ascenso post mortem del policía al grado de cabo segundo y la asignación de la condecoración al valor, “por haber demostrado actos de excepcional valor en el desempeño de sus funciones”.
Desde el ECU-911 se indicó que los ocho heridos siguen asilados en casas de salud de Cuenca. En cuanto al teniente Fernando Villarreal Chauca, fue inducido a un coma luego de la operación, la bala le traspasó la cabeza.
El cuerpo del agente del orden muerto fue trasladado a Portoviejo, donde residía. (I)