Bucaram: “Llego con la mano extendida a mis enemigos”
Luego de 20 años en el autoexilio, finalmente el expresidente Abdalá Bucaram Ortiz retomó la actividad política en Ecuador. Y lo hizo como lo efectuó desde sus inicios: En el sector del suburbio, en un mitin y con su consabido lenguaje ácido.
Aunque había llegado a Guayaquil el pasado jueves, para la concentración del sábado se dirigió en helicóptero hacia el sector conocido como La Pista, en las calles 8va. y la Ch. Bucaram bajó poco antes de las 17:00 y en La Pista estaban sus hijos ‘Dalo’ y Jacobo Bucaram que gritaban: “¡Llegó ‘El loco que ama’ carajo!”. Un cuerpo de seguridad, conformado por alrededor de 20 personas rodeó al exmandatario apenas se bajó de la aeronave.
Luego, Abdalá se subió a un camión donde lo esperaban familiares y amigos. Así empezó un recorrido por el Suburbio que duró 30 minutos. Tras saludarse con sus simpatizantes, el expresidente llegó hasta la 24 y Francisco Segura, donde se encontraban la asambleísta del Movimiento Fuerza Ecuador, María Mercedes Cuesta, el exmandatario Lucio Gutiérrez y amigos y coidearios como Omar Quintana, Eduardo Azar, Alfredo Adum y Víctor Hugo Sicouret.
Ya con micrófono en mano, Bucaram pidió un minuto de silencio por la memoria de su hermano Adolfo, fallecido meses atrás. Su discurso fogoso y matizado con palabras y gesticulaciones coloquiales, duró cerca de una hora y se trató de cómo vivió su autoexilio en Panamá.
Sostuvo que los juicios en su contra le impidieron volver al país, cuestionó a ‘la oligarquía’ que, según sus palabras, provocaron la caída de su gobierno.
También criticó a los gobiernos de turno, excepto al del exmandatario Lucio Gutiérrez, quien estuvo presente en el acto y se ubicó a un costado de la tarima principal.
Al final dijo que ahora “jugará el segundo tiempo de su vida política” y que regresaba para extender su mano a quienes él considera sus enemigos políticos. “Vengo a extenderle mi mano al presidente Lenín Moreno, es un hombre diferente, de paz”, añadió. (I)