La manifestación arrancó ayer desde el cantón el pangui, en zamora chinchipe
Bases indígenas, divididas entre diálogo y marcha
Hace 25 años los indígenas del país decidieron salir a las calles a reclamar sus derechos, en esa época se dio en el país el primer levantamiento de este grupo social apoyado por otros sectores sociales.
A la acción se la conoció como el despertar del león dormido y el éxito se debió a la participación de diferentes corrientes. En aquel entonces se unieron la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie); la Federación de Indígenas Evangélicos (Feine), Federación Ecuatoriana de Indios; Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras, la Federación Nacional de Asociaciones de Campesinos Libres del Ecuador, la Confederación Unitaria Nacional de Asociaciones del Seguro Social Campesino; entre otras.
En aquellos tiempos los movimientos lograron el reconocimiento necesario para que sus derechos sean reconocidos y respetados, producto de ese proceso Ecuador se reconoce ahora como un Estado plurinacional. Basado en esos antecedentes, dirigentes de varias organizaciones indígenas y sociales que se oponen al actual Gobierno han convocado a una movilización en protesta a lo que ellos consideran un mal manejo del país.
Las condiciones no serían las mismas, ahora no existiría la unidad. Por ejemplo, en Chimborazo alrededor de 22 comunidades agrupadas en la Confederación del Movimiento Indígena de Chimborazo (Co-Mich) han decidido no sumarse a la movilización.
Delia Caguana, dirigente de la Co-Mich, resaltó que así lo resolvieron por unanimidad la semana pasada, en una asamblea que se celebró en Riobamba.
En el documento que fue publicado en redes sociales la Confederación resolvió: “No participar en el levantamiento convocado por los dirigentes de la Conaie-Ecuarunari porque ellos están identificados y al servicio de la derecha”.
Y en la resolución se aclara que se mantendrá el diálogo entre las organizaciones de la Sierra Centro y el Ejecutivo.
Una perspectiva similar tiene el grupo de indígenas en Tungurahua. Manuel Caiza, presidente del Movimiento Indígena de esta provincia (MIT) informó que los líderes de la organización están realizando una consulta en cada una de las 420 comunidades registradas. “No me pronuncio aún porque estamos viendo y no ha decidido ninguna (comunidad). El pueblo Salasaca no ha definido porque están viendo que la gente está siendo utilizada por la derecha”, indicó.
La definición de cuantas comunidades participarán en el denominado paro nacional convocado por la Conaie el 13 de agosto y otros grupos afines se conocerá entre el 6 y 7 de este mes. “Ahí estará definido quiénes participarán y cuáles son las razones de quienes no se unirán”, destacó Caiza. Aseguró que se respetará la decisión de cada persona.
Por otra parte Pedro Chango, dirigente indígena de la Costa, detalló que las bases indígenas están divididos en 2 grupos: los que están en favor del diálogo y los de oposición. “Por ahora en la Costa estamos con los compañeros de la Sierra Centro, Chimborazo, Tungurahua, Bolívar, Cotopaxi y la Amazonía que apoyan al Gobierno”, recalcó.
La FEI (Confederación de Pueblos y Organizaciones Indígenas y Campesinos del Ecuador) tampoco apoyará la marcha, puesto que desde el 22 de junio se unió al diálogo y debate al momento entre sus 350 organizaciones la ley de redistribución de la riqueza y justicia social o ley de herencias.
¿Qué implica un levantamiento?
Un paro nacional no solo es la movilización de las personas, sino también el cierre de las carreteras y de la de comercialización de víveres de primera necesidad. Las nacionalidades indígenas se han dedicado por generaciones a la producción y comercio de alimentos. Solo para tener un ejemplo en Tungurahua, 111.575 hectáreas se destinan a la actividad agropecuaria.
¿Por qué marchan? Una vez más los planteamientos son dispersos. En un documento presentado el pasado 18 de julio por Jorge Herrera, presidente de la Conaie, se pide, entre otros puntos, frenar el despojo de las tierras a los indígenas. Lo cierto es que el proyecto de Ley de Tierras ya fue socializado y el 94% de los 500 grupos campesinos está de acuerdo con la norma.
Además el proyecto es un documento que nació en 2012 desde la Fenocin (Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras), entregado con un respaldo de 41.780 firmas.
La Conaie plantea “recuperar la educación intercultural bilingüe”. Hasta el momento la tasa de matriculación de indígenas en las escuelas ha aumentado al 92%.
Cuando en marzo pasado, la Conaie y el FUT convocaron a una primera marcha, los pedidos también eran variados y venían desde voces no unificadas. (I)