Apatía por candidatos y propuestas destacó en sufragio de los detenidos
Uno de los patios del Centro de Detención Provisional de El Inca, en el norte de Quito, este jueves 21 de marzo fue adecuado para que los privados de la libertad sin sentencia en firme ejerzan su derecho al voto.
En ese espacio frío, debido a la lluvia de las horas previas, se instalaron cinco carpas del Consejo Nacional Electoral (CNE). Personal de esa institución junto con presos de conducta “correcta” llevaron adelante los comicios desde las 08:55.
Allí, 903 personas privadas de la libertad ejercieron su derecho al sufragio para elegir a las nuevas autoridades seccionales y a los siete integrantes del Consejo de Participación Ciudadana.
En total, 9.847 personas privadas de la libertad (PPL) votaron este jueves 21 de marzo en los 40 centros de reclusión del país.
Para ese proceso, se habilitaron 75 juntas receptoras del voto en total. Cada uno de los electores se demoró en sufragar entre tres y cinco minutos.
El proceso fue “vigilado” por cámaras, policías y guías del centro de reclusión. No se registraron desmanes. Era fácil identificar a los participantes: los reos vistieron la camiseta naranja característica, que contrastaba con el uniforme azul de los funcionarios del organismo electoral y con el ambiente sombrío del patio.
José Manuel, recluido 12 meses en ese sitio, fue el primero en votar. Desde uno de los 13 pabellones fue llamado por uno de los guías y trasladado hasta la urna asignada.
En ese trayecto, entre paredes descoloridas y con olor a orina, algunos de los reos que no estaban habilitados para votar entre risas gritaban desde sus pabellones: “Don, sufragará bien, ya sabe, por un mejor Ecuador”.
Pero como él, la mayoría de los PPL reconoció que no conocían a los candidatos ni sus propuestas de campaña. Su prioridad era obtener el certificado de votación para trámites. Les será útil cuando recuperen su libertad.
Comentaron que solo cuentan con un televisor por pabellón lo que dificultó conocer las propuestas de los candidatos. En ese lugar está prohibido el uso de radios.
Enrique Solá, director electoral de Pichincha, responsabiliza de ese desconocimiento a los políticos. Reconoció que ningún candidato llegó a los centros de reclusión a pedir los votos. “Ellos pueden y está permitido que hagan proselitismo”.
Ernesto Pazmiño, director del Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad, apuntó que lo más importante en este proceso es garantizar el derecho al voto de los reclusos.
Cristhian R., quien fue retenido hace cuatro meses, señaló que el desconocimiento de los aspirantes políticos y sus planes de trabajo se originó porque se inscribieron más de 81.000 postulantes a nivel nacional. Eso le impidió conocer a detalle las propuestas de campaña. Él anuló su voto y aclaró que solo sufragó por obtener el certificado. Otros, en cambio, se ayudaron de los guías, policías y de familiares para obtener información electoral.
La titular del organismo electoral, Diana Atamaint, presidió la inauguración de las elecciones en la cárcel de El Inca. Foto: Carina Acosta / El Telégrafo
Apatía por el Consejo
¿Por cuántas personas deben votar para el Consejo de Participación? Los reos respondieron así: por tres, por cinco, por ocho, en plancha (...).
Por ejemplo, Wilmer A., de 38 años, desconocía las tres papeletas para esa dignidad. Minutos antes de sufragar se enteró sobre la metodología para consignar su voto.
En cambio, Rubén, quien está en la cárcel hace ocho meses, preguntaba a sus compañeros por quién votar para el Consejo. Incluso, esas inquietudes fueron trasladadas a los policías y periodistas que cubrían el evento. Luego de la elección indicó: “Voté en plancha”.
Luego del proceso electoral, que finalizó a las 17:00, los paquetes electorales fueron trasladados a las diferentes delegaciones provinciales para su resguardo.
El conteo de votos arrancará a las 17:00 del domingo. En tanto que hoy viernes 22 de marzo continúan las elecciones con el “voto en casa”, dirigido a personas con discapacidad. (I)