Declarar a Cuenca como un cantón que condena la discriminación y exclusión contra las personas en razón de su orientación sexual, crear la Mesa de la Diversidad Sexual y Sexo-Genérica GLBTI, prohibir el emplazamiento y funcionamiento de centros que ofrezcan tratamientos de curación contra la homosexualidad y crear la insignia ‘Derechos LGTBI - 27 de noviembre de 1997’ son algunas de las propuestas que se establecen en el proyecto de ordenanza para la inclusión, el reconocimiento y respeto a la diversidad sexual y sexo-genérica.

La idea surgió desde hace año y medio. El objetivo es crear una norma cantonal para que los grupos GLBTI del cantón cuenten con una herramienta adicional que contribuya a la protección de sus derechos. “Y que se conozca que somos cuencanas y cuencanos, que tenemos derecho a vivir en paz”, dijo Wilmer González, director del colectivo Silueta X de Cuenca.

Según González, sus derechos fueron violentados el jueves pasado cuando varias activistas pretendían realizar el primer debate de la mencionada ordenanza.

Uno a uno, algunos concejales se retiraron de la sala de sesiones, lo que obligó a la vicealcaldesa a suspender la sesión.

Esta acción fue calificada por los activistas como una falta de respeto e incluso la concejal María José Machado señaló que “podría ser una posible muestra de discriminación”.

Entre los concejales que abandonaron la sala estuvieron Norma Illares y Paúl Ramón, de PAIS; Joaquín Peña y Julio León, de movimientos locales; Wilson Muñoz, del PSC; y Lauro López, de Igualdad. “Ellos nos dejaron sin la posibilidad de continuar con el debate”, lamentó Machado.

El edil Lauro López rechazó que su abandono fuera un acto discriminatorio. “Lo único que hicimos fue tomar actitudes para que una ordenanza de estas características sea realizada de manera seria y respetuosa tanto por el lugar y por Cuenca”, comentó.

Según el edil, se trató de una actitud de rechazo al show y a las presiones. “Fue una especie de desfile de modas, de minifaldas (...), vestidas de reinas, princesas, y con trajes demasiadamente llamativos para una reunión seria”, señaló el concejal.

Agregó que si bien no está en contra de la ordenanza, sí está en desacuerdo con 3 de los 15 artículos que esta contiene, entre ellos la prohibición de que se abran centros en donde se ofrezca la cura a la homosexualidad, declarar el 28 de junio como el día del Orgullo GLBTI y que se otorgue una presea a la persona que se haya destacado en la defensa de los derechos de este colectivo. “Entonces, si es así, habría que crear una presea para quien se haya destacado a favor del derecho del agua, de los niños, de los hombres, de las mujeres”.

Por su parte, la concejal Norma Illares, a través de un comunicado, explicó que al ser una autoridad cantonal merece respeto, por lo que señaló que jamás permitirá que vulneren su integridad, “así como no daré lugar a ningún tipo de chantaje con agresiones verbales, del cual fui víctima ayer (jueves)”.

Mencionó que, normalmente, por la importancia de los temas, los ediles acostumbran a deliberar en la sala contigua para acordar una decisión consensuada. “Y eso es lo que ocurrió cuando, temporalmente, me levanté para conocer opiniones de algunos colegas sobre el tema a tratarse. Pero al pretender regresar a la sala, la sesión se había clausurado por el abandono de otros concejales y no se pudo continuar”, mencionó.

Illares acotó que se trata de un tema de amplia connotación que no puede ser legislado en forma apresurada y que “se deben descartar la presión, insultos y amenazas como mecanismos para promover su aprobación”.

El próximo jueves la ordenanza será debatida como primer punto del día; por ello, tanto Illares como López esperan que la sesión se realice en un entorno más adecuado y de respeto. “Vamos a pedir que sea hecho dentro de un entorno más racional porque no podemos permitir que los concejales suframos vejámenes y agresiones”, manifestó López.

Por su parte, los grupos activistas señalaron que su lucha continuará. Ayer, en la tarde, hicieron un plantón en la glorieta del Parque Calderón, en el Centro Histórico de la capital azuaya, con el fin de exigir que se cumplan sus derechos.

Datos

De acuerdo con una investigación realizada en la Universidad de Cuenca en 2011, el 50% de las chicas lesbianas indicaron haber recibido insultos relacionados con su orientación sexual.

El 21,42% dijo que recibió maltrato físico, el 47,66% de adolescentes bisexuales señalaron haber recibido insultos y el 34,38% denunció haber sufrido agresiones físicas.

El proyecto de ordenanza empezó a elaborarse desde 2012 con propuestas de tres colectivos GLBTI que existen en la ciudad: Silueta X, Verde Equilibrante y Cuenca Inclusiva