La Unasur está cerrada. Ninguno de sus funcionarios quiere dar declaraciones y el paso está permitido solo hasta la garita de la Policía que custodia la sede, ubicada en la Mitad del Mundo, al norte de Quito. Sin embargo, desde allí se puede verificar que en la mayoría de oficinas ya no están trabajadores, sino decenas de cajas de cartón que serán llevadas a una bodega de la entidad. Ese fue el mismo destino de la estatua del expresidente argentino Néstor Kirchner, que antes se erguía frente a la puerta principal del edificio. Antes los turistas buscaban esa escultura para hacerse una selfie, pero ahora por ahí caminan “caramelo” y “blanco”, dos perritos mestizos, que quieren un refugio para escapar del golpe de calor. Está previsto que los últimos trabajadores salgan de la sede de Unasur el próximo 15 de octubre. Así le comunicaron a un jardinero, que todavía labora limpiando el edificio. Por el momento solo Colombia ha oficializado la salida de la entidad, pero también ratificarán que abandonan el organismo Paraguay, Argentina y Brasil, lo que se hará hasta el próximo 19 de octubre. En diciembre se oficializará la salida de Chile y luego vendrán las de Ecuador y Perú en ese orden. En total siete de sus 12 integrantes dejarán el bloque, pero estas mismas naciones se unirán en Prosur. El canciller ecuatoriano, José Valencia, participó este viernes 27 de septiembre de 2019 de un encuentro para fortalecer este nuevo organismo, que fue propuesto por el presidente chileno, Sebastián Piñera. La cita de ministros de Relaciones Exteriores se cumplió en Nueva York, a propósito de la Asamblea de las Naciones Unidas. Allí participaron los representantes de Ecuador, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Guyana, Paraguay y Perú. Todos llegaron al compromiso de convertir Prosur en su eje de integración continental. Incluso delinearon los temas prioritarios de trabajo, enfocados en las áreas de infraestructura, energía, salud, defensa, seguridad, combate al crimen y prevención y manejo de desastres naturales. Las mismas áreas que movieron la creación de Unasur en el año 2008. Pero para el asambleísta de CREO, Fernando Flores, los resultados no llegaron. Él lidera la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea, que avaló la salida de Ecuador del bloque continental. A su criterio, la Unasur se convirtió en un “club de amigos de los exmandatarios del socialismo del Siglo XXI” y no representó la integración sudamericana. Para ratificar la salida de Ecuador, el presidente Lenín Moreno deberá informar la denuncia del Tratado Consultivo. Según los estatus de Unasur, luego de esta formalidad se deberá esperar seis meses para que la decisión sea oficial. Mientras transcurre ese tiempo, Ecuador deberá cerrar sus cuentas pendientes con la entidad, que llegan a unos $300.000. También se definirá cuál será el futuro de la sede de la Mitad del Mundo. La prefecta de Pichincha, Paola Pabón, sostuvo que los terrenos donde se construyó el edificio deberán revertirse al gobierno provincial. Cancillería aún no ha dado una respuesta. Tampoco se conoce el destino del inmobiliario y otros bienes inmuebles de Unasur. La presidencia del organismo la lleva Bolivia y su embajador, Juan Enrique Jurado, quien no respondió los pedidos de este Diario. Lo que se conoce es que su presidente Evo Morales, construyó en Cochabamba la sede del Parlamento de la Unasur; desde allí intentarán revivir la entidad. (I)