Apenas se terminó la ceremonia de posesión en la Asamblea, los 7 integrantes del Consejo de Participación Ciudadana (CPCCS) mostraron sus diferencias en público. Los consejeros Rosa Chalá, Walter Gómez y Victoria Desintonio acudieron pasadas las 10:00 al parque El Arbolito, donde representantes de comunidades indígenas y colectivos de afros y montubios les prepararon una ceremonia de purificación, donde les entregaron el bastón de mando simbólico a Chalá. En esta actividad no estuvieron los consejeros Cristian Cruz, María Fernanda Rivadeneira, Sofía Almeida y el sacerdote Carlos Tuárez, quienes prefirieron ir directo a las oficinas de la entidad para su primera reunión. A las 12:00 todos ingresaron a las oficinas del quinto piso, para una reunión reservada, mientras tanto la sala de sesiones tenía alrededor de 70 seguidores de los siete consejeros. Al cabo de dos horas y 23 minutos, los nuevos consejeros iniciaron su primera sesión pública para elegir al Presidente y Vicepresidente del organismo. Esto gatilló la confrontación que se atizó por los gritos de las barras. Allí empezaron a corear los nombres de los consejeros por quienes ellos habían votado. Durante la votación, el disgusto al interior aumentó: Rivadeneira dijo que nunca estará de acuerdo con la tendencia que trajo corrupción al país. En cambio, Desintonio expresó que jamás participará de reuniones secretas a espaldas de sus compañeros del Consejo de Participación. La consejera Chalá anunció que fue la única en preparar un plan de trabajo personal para los primeros 100 días de gestión. Ella explicó que pretende enfocar su labor en la lucha contra la corrupción de antes y de ahora. Al final de las intervenciones eligieron como presidente del Consejo al sacerdote dominico Carlos Tuárez. Él obtuvo los votos de Chalá, Gómez y Desintonio. Ellos también votaron por Chalá para vicepresidenta. El presidente electo señaló que su primera gestión será contactarse con los consejeros del Consejo Transitorio, pues aseguró que llegaron al edificio y no encontraron ninguna documentación. “Necesitamos saber dónde están los archivos de manera que haya una transición ordenada”, reclamó Tuárez. También aclaró que su gestión se basará en el marco constitucional y continuarán con el trabajo pendiente para la designación del Defensor Público y el Superintendente de Ordenamiento Territorial. Así mismo, la selección de los nueve representantes para la Conferencia Plurinacional e Intercultural de Soberanía Alimentaria (Copisa). La próxima semana esperan revisar los requisitos y usarán como base los reglamentos preparados por el Consejo Transitorio, antes de iniciar los procesos. Presidente no dejará sacerdocio El nuevo Presidente del CPCCS llegó vestido con traje oscuro y la camisa gris con el tradicional cuello clerical blanco. Oriundo de Manabí, tiene 20 años de ejercicio pastoral y su última asignación fue como párroco de la iglesia San Vicente, del barrio Las Peñas de Guayaquil. Pero su postulación le trajo problemas con la congregación de Dominicos a la que pertenece, pues el artículo 285 del Derecho Canónico señala que los clérigos tienen prohibido aceptar cargos públicos. Al respecto, el sacerdote señaló que pidió permiso de un año para poder candidatizarse y ejercer el cargo. En la Asamblea, el legislador Marcelo Simbaña, de CREO, recordó que el artículo 21 de la Ley de Participación Ciudadana prohíbe a representantes de cultos religiosos ser candidatos o desempeñar funciones en el organismo de control. Sin embargo, Tuárez mencionó que fue uno de los más votados, con 962.046 sufragios. También subrayó que su candidatura no fue religiosa, sino en representación de las juntas de agua de Manabí. (I)