Por segunda ocasión en este año, el presidente Lenín Moreno pidió la renuncia de su gabinete para un proceso de evaluación que concluirá a fines de año. Moreno medirá el cumplimiento de objetivos, trabajo ejecutado y percepción política de su equipo. La primera evaluación la hizo previo al informe de Gestión del 24 de mayo pasado, cuando cumplió un año al frente del país. En esa ocasión, su secretario particular, Juan Sebastián Roldán, explicó que la evaluación se enmarcaba en lo que descubrió Moreno en el ámbito económico y de corrupción de su antecesor. La segunda evaluación arrancó el pasado jueves con el pedido de renuncia. Según la Secretaria Nacional de Planificación (Senplades), las dimisiones fueron solicitadas a 17 ministros y 8 secretarías. Moreno afirmó este viernes 23 de noviembre, en Manabí, que su equipo debe trabajar en convergencia con los objetivos del plan de Gobierno. “Cualquiera de los ministros o el Presidente de la República pueden irse en cualquier rato, eso no es lo más importante, sino que quede marcada una impronta necesaria de futuro para el Ecuador”. Hasta este viernes 23 de noviembre, Moreno aceptó las renuncias de tres funcionarios: Jorge Costa, del Centro de Inteligencia Estratégica (ex-Senain); Eduardo Jurado, secretario General de la Presidencia, y Fander Falconí, ministro de Educación. Hubo críticas en contra de Jurado por los supuestos cobros indebidos a los usuarios de la banca por parte de la empresa GEA, de la cual es accionista. En cambio Falconí, quien tuvo un pasado dilatado en el anterior gobierno, renunció por estar en desacuerdo con una supuesta “reducción del presupuesto a la educación en la proforma del 2019”. Asignaciones para las universidades Sin embargo, el Gobierno Nacional no recortó ni redujo las asignaciones presupuestarias para las universidades públicas. Más bien, el Ejecutivo garantizó -durante una reunión con los rectores de todas las universidades públicas del Ecuador- la gratuidad de la educación. El viernes 23 de noviembre el gobierno informó que Marlon Brito reemplazará a Costa, mientras que el cargo de Jurado será ocupado por José Agusto Briones, quien se desempeñaba como secretario de Senplades. Su lugar en esa cartera estará ocupado, bajo encargo, por Fernando Proaño. En cambio, el nuevo titular de Educación será oficializado la próxima semana. Estas decisiones fueron tomadas durante el decimoséptimo gabinete ministerial, realizado este viernes 23 de noviembre en Pedernales, Manabí. Los titulares de Estado, que estuvieron en la reunión, abandonaron la ciudad manabita sin dar declaraciones, pero se despidieron de manera emotiva. Además, desde el gobierno tienen clara la situación respecto al anuncio del Mandatario: es una evaluación normal que le compete -exclusivamente- al Presidente cada fin de año. Roldán desconoce cómo estará configurado el nuevo equipo, pero sí considera que debe estar circunscrito a los nuevos objetivos y necesidades del gobierno. Además explicó la metodología para el proceso de evaluación. Detalló que Moreno medirá el cumplimiento de objetivos planteados el año anterior y la percepción política, principalmente. María Paula Romo, titular del Interior, le restó importancia y preocupación al anuncio del Mandatario porque lo considera rutinario. “Es parte de la evaluación de fin de año que el Presidente de la República hace no solo para decidir cuáles de sus colaboradores somos útiles en el lugar en el que estamos, sino también para conducir la política pública hacia determinado lugar u objetivo”, subrayó la funcionaria. Para Raúl Ledesma, del Ministerio de Trabajo, es normal que se realice este proceso que ayudará a renovar filas por medio de una evaluación. “Se realiza en la Presidencia y en todas las instituciones”, manifestó. Hasta el cierre de la edición se conoció las renuncias de Carlos Pérez y Pablo Campana, de las carteras de Hidrocarburos y de Comercio Exterior, respectivamente. El Presidente analizará si las acepta o no. El futuro de al menos 17 ministros y ocho secretarías reposa en la oficina del Primer Mandatario. ACTUALIZACIÓN: El domingo 25 de noviembre se conoció que el presidente Moreno decidió ratificar en sus cargos a Richard Martínez y José Valencia, en sus cargos como ministro de Economía y Finanzas y ministro de Relaciones Exteriores, respectivamente. --------------------------------- Politólogos: Se trata de una medida inteligente Politólogos y académicos aseguraron que la decisión del mandatario Lenín Moreno es acertada debido al momento político y económico que vive el país. Descartaron que se trate de una “crisis de gabinete”. Richard Salazar, de la Universidad Andina, aclaró que es una “buena señal” para subsanar los problemas y críticas que han arrastrado algunas carteras de Estado. Aseguró, por ejemplo, que la fuga de Fernando Alvarado, exministro de Rafael Correa, fue un golpe político que generó presión social y que repercutió en las acciones del Presidente. “En las últimas semanas se han registrado presiones de la ciudadanía, de sectores sociales e indígenas. Por eso el Presidente tomó está decisión, ya que la política necesita un giro para bien”, dijo. En cambio, Esteban Nicholls, experto en política, afirmó que Moreno busca detectar -con la evaluación a sus ministros- si dentro del Ejecutivo hay un frente de oposición. De encontrarse, dijo, provocaría problemas al Mandatario ya que dificultaría, por ejemplo, la aprobación de la proforma presupuestaria del siguiente año. “Es una medida inteligente desde la estrategia porque Moreno medirá posibilidades de alianzas y la lealtad a lo que establece la proforma”. Nicholls aclaró que no existe crisis de gabinete, más bien afirmó que no hay un gabinete consolidado debido a la existencia de diferencias ideológicas. “Esto demuestra que estamos en un gobierno de transición y el Mandatario quiere terminar su gestión sin crisis”. Juan Sebastián Roldán, secretario del Presidente, afirmó que el gobierno trabaja de manera seria en entregar “a los ecuatorianos un presupuesto serio. Por eso no podemos mentirles a nuestros compatriotas”. (I)