La reapertura de la escuela diplomática motivó la inscripción de 1.718 aspirantes, quienes deberán pasar por un proceso de selección que incluye la rendición de pruebas escritas, orales y sicológicas. De tal forma se escogerán a las 25 personas que iniciarán la carrera diplomática en el centro de estudios, que retomó sus funciones luego de ocho años de un cierre forzado. A los inscritos se les entregó un número de clave para que accedan al sistema y puedan escanear los documentos requeridos según los requisitos. Esta etapa se extenderá hasta la próxima semana, cuando se verificará quiénes cumplieron con las condiciones y luego seguirán a las siguientes fases de oposición y méritos. Por eso, de ahora en adelante, toda persona que desee ingresar al cuerpo consular ecuatoriano debe someterse al proceso de ingreso. De esta manera iniciarán dos años de estudios antes de ser asignados a las diferentes delegaciones del Ecuador en el mundo, como terceros secretarios. El primer año lectivo es de clases presenciales a tiempo completo y el segundo prácticas con pasantías en las diferentes unidades de la Cancillería. Durante todo este tiempo del proceso recibirán la remuneración correspondiente al cargo con el que saldrán que es de $ 1.500. La categoría de Tercer Secretario es la etapa inicial de la profesión; es similar al esquema de las Fuerzas Armadas o Policía Nacional, es decir el personal asciende a los siguientes rangos. Luego viene el ascenso a Segundo Secretario, después a Consejero, sigue Ministro y finalmente Embajador. En cada ascenso hay un proceso de calificación y rendición de pruebas de conocimientos y se evalúa si están aptos para el cargo siguiente. Cada grado se extiende por un lapso de tres años y aumenta uno más en cada nivel, hasta que puedan ser nombrados Embajadores. Es una carrera compleja que está constantemente evolucionando, por eso la necesidad de estar siempre actualizados en conocimientos, manifiesta el director de la escuela diplomática, Alejandro Suárez. Comenta que el objetivo de la escuela es estructurar el servicio exterior con funcionarios especializados que tengan estabilidad laboral, cualquiera que sea el gobierno de turno, de esta manera se asegura una política exterior profesional que represente a Ecuador. El cierre de la academia que venía operando ininterrumpidamente desde 1987, se produjo en 2011, durante el gobierno anterior, lo cual trajo como consecuencia una baja en la preparación de los funcionarios. Además se interrumpió la formación, especialización y actualización al suprimirse en todos los niveles. Asimismo la política se tomó el servicio exterior y el régimen pasado entregó cargos importantes “a personas que no estaban preparadas”, señala Suárez. En esto coincide el analista internacional Cristian Bravo, quien opina que antes de su cierre, en la Academia se sustituyó al equipo profesional por cuadros que estaban al servicio de intereses ideológicos y de coyuntura, más que a objetivos permanentes. También se designó en altas funciones “a aventureros extranjeros encargados de diseñar la política exterior en función de propósitos no relacionados con el beneficio del Ecuador”, aseguró. De la misma manera servirá para impulsar actividades investigativas y de fortalecimiento de la diplomacia. La institución es sustancial para el Estado, por cuanto servirá como un instrumento para lograr profesionales especializados y “capacitados dentro del área de las relaciones internacionales, con profundos conocimientos y sin filiaciones políticas”, recalca Fernanda Bastidas, profesora la Universidad Internacional. Suárez puntualiza que para llegar al grado de Embajador se requieren por lo menos 25 años de preparación, por eso la importancia de que exista la escuela diplomática. (I) ================================================Postulaciones a la Academia se abrirán cada dos años Las postulaciones a la academia diplomática dependerán de las necesidades del servicio exterior. Por tal motivo en esta ocasión se abrieron 25 plazas de Terceros Secretarios. El director de la Escuela, Alejandro Suárez, señaló que el número de puestos también depende del presupuesto, pero al momento se necesita de ese número para cubrir las vacantes. Los aspirantes que pasen a la etapa de oposición serán anunciados la próxima semana. Deberán acudir a rendir las pruebas escritas, orales y sicológicas en centros que se habilitarán en Quito, Guayaquil y Cuenca. Luego de revisar las calificaciones la Academia decidirá quiénes ingresan a la carrera. Al momento en la Cancillería laboran alrededor de 1.600 personas en las diferentes dependencias del país y el exterior. De esta manera todos los servidores diplomáticos tendrían que salir de la Academia. Así incentivarán que los Embajadores sean nombrados por sus méritos en la carrera y no por coyunturas políticas o gobiernos de turno, a pesar de que por ley esos cargos dependen exclusivamente de la decisión del Ejecutivo. (I)