El presidente Rafael Correa alertó desde Morona Santiago que la actual ofensiva contra los gobiernos progresistas latinoamericanos, entre ellos el de Ecuador, responde a un nuevo ‘Plan Cóndor’, puesto en marcha por la derecha nacional e internacional. Similar advertencia han realizado gobiernos de Bolivia, Venezuela y ahora Brasil.   Para Correa, a diferencia de las décadas del 70 y 80, cuando se desató una represión contra los movimientos progresistas latinoamericanos mediante una estrategia diseñada por Estados Unidos (bautizada con el nombre de la emblemática ave andina), actualmente la derecha ya no necesitaría recurrir a las dictaduras militares.  “Necesitan jueces sumisos y de una prensa corrupta”, destacó el Mandatario, y citó las arremetidas en contra de Dilma Rousseff y Lula da Silva, en Brasil; Cristina Fernández de Kirchner, Argentina; Evo Morales, Bolivia; y Nicolás Maduro, Venezuela. Recordó que su propio gobierno es objeto de ataques y advirtió que el nuevo plan de la derecha no solo busca amedrentar a las autoridades de izquierda, sino acabar con ellas. “No se trata solo de hacer retroceder lo avanzado y que vuelva el neoliberalismo, el gobierno de la banca, del gran capital, de aplastar a los seres humanos, sino la venganza contra líderes progresistas que osaron desafiar el poder de esas élites, de ese capital y de esos países hegemónicos”. También calificó de “grave” que en Brasil se quiera romper el orden constitucional y sacar del poder a Rousseff, sin respetar que fue electa democráticamente. Además, denunció la persecución judicial iniciada contra el expresidente Lula da Silva tras su anuncio de que se presentaría como candidato en las elecciones presidenciales de 2018. En ese sentido, el analista internacional Édgar Allan García dijo a EL TELÉGRAFO que “la oligarquía prepotente, acostumbrada a hacer su voluntad, no va a reparar en cuantas artimañas se les ocurra a fin de desprestigiar, perseguir legalmente y boicotear a todos los que les ha impedido gobernar como en el pasado. Ya lo está haciendo y, si llega al poder, será aún más implacable, como sucede ahora mismo con Mauricio Macri (presidente de Argentina)”. Añadió que “lo terrible es que esa oligarquía cuenta con aliados en otros estratos sociales y en sectores políticos, incluida cierta izquierda que añora volver a las barricadas”. ¿En qué consistió el ‘Plan Cóndor’? Fue una conspiración entre las dictaduras que gobernaban Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia, en coordinación con la Agencia Central de Inteligencia (CIA). La operación consistía en lograr el intercambio de información entre los países involucrados sobre supuestos subversivos. Rigió en las décadas de 1970 y 1980, en el marco de la “Guerra Fría”, cuando estaban enfrentados la Unión Soviética y Estados Unidos. ¿Quiénes participaron? De manera directa países con regímenes dictatoriales estuvieron involucrados en la estrategia (ver gráfico). La operación se concretó tras una reunión en Santiago de Chile entre Manuel Contreras, jefe de la Dirección de Inteligencia, brazo ejecutor policial y secreto de la represión instaurada por Augusto Pinochet y servicios de inteligencia militar de otros países. Esporádicamente participaron Perú, Venezuela, Ecuador y Colombia, este último a través de la organización paramilitar ‘Alianza Americana Anticomunista’ (Triple A) y el terrorista Luis Posada Carriles, según consta en los ‘Archivos del terror’, descubiertos en 1992. ¿Quiénes se aliaron con EE.UU.? El general chileno Augusto Pinochet, en coordinación con otros dictadores de la época, habría apoyado las intenciones de EE.UU.  Pinochet llegó al poder el 11 de septiembre de 1973 tras derroca al presidente socialista Salvador Allende. ¿Cuál fue su objetivo y aplicación? Entre los fines del plan estaban: luchar contra el comunismo y evitar su expansión en la región; reprimir y perseguir a todo el que hacía oposición política a los regímenes  del Cono Sur; y eliminar a enemigos  para instalar políticas neoliberales. Se aplicó mediante operativos de inteligencia o de las FF.AA. de los países participantes. ¿Quién lo ideó en Estados Unidos? El periodista e investigador estadounidense Cristopher Hitchens cree que Henry Kissinger, entonces secretario de Estado de EE.UU., fue el ideólogo de esa acción represiva, al permitir que la CIA entregue instrucciones y use para ese fin la Escuela de las Américas. ¿Qué saldo dejó y cómo se reveló? Según los ‘Archivos del terror’, el ‘Plan Cóndor’ dejó 50.000 muertos, 30.000 desaparecidos y 400.000 encarcelados (ver gráfico), torturas, el traslado de detenidos a otros países y vigilancia a los enemigos políticos. De allí que al ‘Plan Cóndor’ se lo conoció como una organización clandestina internacional que practicó el terrorismo de Estados, la mayoría de víctimas era movimientos de izquierda política. El 22 de diciembre de 1992, abundante información del ‘Plan Cóndor’ se reveló cuando José Fernández, juez de Paraguay, visitó una comisaría en el Lambaré -en Asunción- para buscar archivos de un expreso político. En su lugar se topó con los ‘Archivos del terror’. (I) Exagente habló del caso en Ecuador En el 60 la CIA desacreditó a la izquierda ¿Qué técnicas utiliza la CIA para desprestigiar a gobiernos que no son afines a Estados Unidos? Jaime Galarza responde esta interrogante durante la entrevista que mantuvo con Philip Agee, exagente del espionaje norteamericano, en 1975. La misma fue parte del libro ‘La CIA contra América Latina, caso especial: Ecuador’, donde comparte su autoría con el periodista Francisco Herrera Aráuz. Según Agee, en el caso de que exista un programa izquierdista o nacionalista en algún país, sería “conveniente” para  EE.UU.  causar conflictos y contradicciones internas en las que la CIA actuaría. En Ecuador en la década del 60, Agee participó en operaciones para exacerbar las contradicciones políticas en el país. Por ejemplo, hicieron arrestar a José María Roura, dirigente del Partido Comunista en aquella época y fabricaron un informe falso para desprestigiar a Antonio Flores, otro líder de la organización. “El uso de rumores de una persona contra otra, de cualquier clase de documentos, etc. La CIA siempre trata de debilitar y dividir a las fuerzas más progresistas del país”. Asimismo, otra de sus tácticas sería infiltrar agentes de propaganda en protestas sociales, la cual “puede producir represión, porque es una manera de provocar a las fuerzas de seguridad y desacreditar a la izquierda”. (I)