Se reorganizan en los territorios o provincias. Eso hacen los seguidores del expresidente Rafael Correa, que nunca se han resignado a perder el poder y sus privilegios. Desde la Prefectura de Pichincha se reviven los Comités de la Revolución Ciudadana (CRC), en plena pandemia. ¿El objetivo? Coordinar el trabajo de esos comités en las provincias. ¿Quiénes están encargados de la convocatoria: Selena López, asesora y amiga de la Prefecta, que trabaja con los jóvenes para las marchas; Jeanethe Cifuentes, quien es la secretaria particular de Paola Pabón; y David Mogollón, dirigente del CRC del centro sur de la capital, organizador de las protestas. En este grupo también estarían: Ana María Larrea, asesora de planificación del gobierno provincial de Pichincha; Virgilio Hernández, exasambleísta de la RC y uno de los organizadores de las protestas de octubre de 2019; y Franklin Samaniego, asambleísta de la Revolución Ciudadana, quien era coordinador en territorios. Además, Christian González, quien participó como agitador en las protestas del año pasado. Es coordinador de los dirigentes barriales y fue detenido junto Hernández durante el paro indígena. También dos analistas políticos: Pedro Donoso y Jacobo García. En ese grupo, además, estarían Orlando Pérez, exdirector de EL TELÉGRAFO, quien fue sentenciado por violencia doméstica contra su pareja, y actual periodista de Telesur. Y Alexis Moncayo, exreportero de Ecuador TV, quien es uno de los 11 asesores de la Prefecta y uno de los 38 funcionarios que trabajan en su despacho. Según el reportaje del portal web Código Vidrio: “Pabón duplicó el número de colaboradores en su despacho”. Hay 245 CRC, clasificados según la circunscripciones en la capital ecuatoriana. En total se registran 4.417 personas vinculadas con los CRC en Quito, entre coordinadores, subcoordinadores e integrantes: 2.491 personas al norte y 1.926 al sur. Al norte de la capital hay 119 comités: 22 están en Iñaquito, 19 en Cotocollao y 13 en la Mariscal Sucre. Al centro-sur de ciudad hay 126 CRC, 29 en el Centro Histórico, 21 en la Magdalena y 15 Chillogallo. Sin embargo, el asambleísta Samaniego explicó que no existen comités ciudadanos en Fuerza Compromiso Social (FCS), la organización política que cobija actualmente a los correístas. “Una vez que se realice la asamblea nacional luego de que el CNE emita el reglamento para asambleas virtuales, se conocerá sobre la organización del movimiento”. En cambio, la asambleísta Ana Belén Marín, de Alianza PAIS (AP), expresó: “Estamos en un año preelectoral y las organizaciones pueden reunirse, pero no para planificar acciones desestabilizadoras o golpes de Estado”. Mientras el director de Consultores Políticos Independientes, Oswaldo Moreno, explicó que en casi todas las encuestas el correísmo aparece como opción electoral y es natural que existan sectores que simpaticen o sientan nostalgia, a pesar de todos los golpes a la reputación de sus dirigentes por las denuncias de corrupción. “Es inevitable la articulación de esos sectores, mucho más al estar cerca del proceso electoral, cuando todo está detenido por el confinamiento”. (I) Redes de sostén de correístas datan de 2009Un trabajo de investigación del consultor y analista político Kléver Herrera Llive señala que el 10 de agosto de 2009, cuando se inició el segundo mandato presidencial de Rafael Correa, en el acto de posesión simbólica realizado en el Estadio Olímpico Atahualpa, en Quito, emplazó a sus bases y simpatizantes a conformar los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). El anuncio provocó desconcierto entre los funcionarios de gobierno y de coidearios que desconocían la propuesta y sus alcances, así como desconfianza en sectores de oposición ante la posible conformación de grupos similares a los CDR de Cuba o los Círculos Bolivarianos (CB) de Venezuela. El aparecimiento de estos comités, en el segundo período de gobierno, obedeció a la necesidad presidencial de tener una estructura propia que le permitiera actuar con independencia política respecto de sus aliados, organizar las fidelidades dispersas y conquistar espacios propios –barrios, comunas, sindicatos, gremios– para sostener su proyecto político, siempre bajo sumando único. Aunque la idea en principio era tener una organización de base propia con funcionamiento regulado, no lo consiguieron. Recurrieron a caciques y/o punteros locales: Montgómery Sánchez (El Oro), Balerio Estacio (Guayas), Kharla Chávez (Los Ríos), Ana Rivas (Orellana), etc., con un largo historial político, quienes recibieron el apoyo gubernamental. (I)