Los competidores César Patiño y Manuel  “Chamo” Rivera  fueron los  ganadores en la categoría racing y estándar, en su orden, de la tradicional regata de lanchas fuera de borda, Guayaquil–Vinces, que se realiza por 55 años de forma consecutiva.

El sol canicular que cayó la mañana de ayer sobre el cantón Vinces  no evitó que a lo largo del malecón de la ciudad riosense, cientos de personas, entre habitantes y turistas, se agolparan sobre  las barandas  para observar la llegada de los competidores.

Varios  vinceños y aficionados de diferentes  partes del país seguían la competencia desde las diferentes transmisiones radiales que anunciaban la pasada de los deportistas por los puntos de cobertura, que fueron Samborondón y Salitre.

A las 11:35, el sonido de los motores comenzó a rugir y desde la rotonda del malecón se pudo observar la llegada de los tres primeros corredores. César Patiño golpeaba con sus manos el pequeño volante de su lancha como señal de triunfo, marcando un tiempo de  1:09’40”; el estadounidense Josh Pearson y Enrique el “Tigre” Echanique lo escoltaban, arribando  segundos después a la meta.

La emoción de los vinceños fue notoria, puesto que nuevamente un coterráneo ganó la carrera considerada la más larga del mundo.

El campeón de 2010, Felipe Abdel Sotomayor, no fue parte de la partida, pues al inicio de la prueba su bote tuvo problemas mecánicos y se quedó en el Yacht Club del malecón 2000 de Guayaquil, de donde zarparon las lanchas.

“La carrera estuvo muy linda, solo un poco sucio el río, pero pude llegar primero.  En las curvas di alcance a los que iban primero,  porque  tengo experiencia en eso y pude coger  la punta”, declaró emocionado  Patiño, ante la “marea” de personas que se acercaron a felicitarlo. ¡Viva Vinces, carajo!, gritaban los presentes.

El bote M16 ha acompañado a Patiño durante los tres últimos años, en donde ha ganado la regata, por dos ocasiones  en la categoría absoluta y  cuatro veces en la modalidad estándar.

Las lanchas iban llegando seguidas y se esperaba el arribo del ganador en la categoría  estándar. Con un tiempo de 1:15’, el “Chamo” Manuel Rivera ganó esta modalidad, pero fue séptimo en racing.

Tras arribar a la meta, el vencedor alzó las manos en señal de victoria.

“Fui uno de los últimos  en salir de Guayaquil. A la altura de Samborondón  comencé a pasar los botes en mi categoría, que  sé que eran los más veloces, pero ya en  Salitre no me encontré con ninguno y sabía que era primero. No me desesperé, venía suave y donde podía correr lo hacía, asimismo  detenerme como precaución. Gracias a Dios, es mi primer triunfo”, relató “Chamo” sobre su segundo recorrido en esta competencia.

La victoria se la dedicó a su hijo, a su mamá y a “Polaco”, un compañero que falleció años atrás, quien también competía en el circuito.

“Le doy gracias a mis amigos, que hicieron posible  que  participe en estas regatas; y a los que me auspiciaron. No doy nombres, pero ellos saben a quiénes me refiero”, manifestó Rivera, quien utilizó uno de los botes del campeón absoluto (Patiño), que le fue prestado para esta competencia.

A las 15:00 se realizó la premiación a los deportistas en una tarima colocada en el centro de la ciudad.

Como es tradición, la cerveza -cuya venta  fue permitida hasta las 17:00- fue la bebida que refrescó a los turistas y locales  que asistieron al cantón, en donde la música y el baile en las calles fue la tónica de la fiesta deportiva.