La fuerza de su corazón la guiará en la travesía
La nadadora Jéssica Méndez no necesita los ojos para ver su presente y su futuro. Escucha su corazón atlético que siempre le dice: “No tenemos miedo; nacimos para triunfar”.
Con esa motivación la deportista no vidente, de 14 años, afinó su entrenamiento durante los últimos 15 días para competir hoy (11:45), por segunda ocasión, en la tradicional travesía Durán-Guayaquil.
La madre de la nadadora, doña Mariela Chávez, le contó a FANÁTICO, en exclusiva, qué animó a Jéssica a volver a lanzarse a las aguas del río Guayas.
“Hace más de 4 meses que Jéssica no se entrenaba. Recién hace unos 15 días estaba sin actividad, la traje a la piscina porque quería que bajara un poco de peso, ya que ella quiere estar regia para su fiesta de quince años (en octubre). Y bueno, nos topamos con la sorpresa de que la prueba era el viernes (hoy), entonces me preguntó si podía competir pese al poco tiempo que quedaba, petición a la que yo acepté”, señaló Maribel.
Ante la declaración de su progenitora, la joven nadadora asintió, e indicó que esa es la razón de su presencia en una competición que abarca 4.800 metros.
“Vine a ponerme guapa (en forma); ahora quiero competir otra vez”, acotó Jéssica, quien nadó por primera vez en la travesía Durán-Guayaquil hace aproximadamente 4 años.
“Ya lo hizo antes y confieso que en esa ocasión me tomó tiempo aceptar que ella nadara; ahora que sé que es muy buena, yo la dejo participar sin ningún miedo”, indicó Maribel.
Pero es obvio que Jéssica no realizará sola el recorrido que se inicia en el muelle de Durán y acaba en el Yacht Club, del malecón Simón Bolívar; a su lado estará su primer profesor de natación, Luis Morán.
“Yo pasaba por aquí y me topé con la sorpresa de que Jéssica iba otra vez a nadar (lo hicieron juntos en 2007) y bueno hablé con su actual entrenador (Luis Mora) y él tendrá a cargo a dos nadadores más con capacidades especiales; así que le ofrecí mi ayuda para guiarla en el trayecto”, señaló Morán, quien dijo que no tiene necesidad de entrenarse, ya que viene de correr una carrera de 10 kilómetros.
Morán conoce bien a Jéssica. Sabe que tiene 3 discapacidades: ceguera, microcefalia y RM (retardo mental). “Por el cariño que le cogí cuando fui su profesor la volveré a acompañar en la travesía”, dijo Luis, quien se alejó un poco por estudiar una maestría en la Politécnica Salesiana.
El que fue su primer entrenador de natación, ahora le enseñará inglés. “Ya hablé con el profesor para que le diera clases de idioma. Volverán a estar juntos, es una buena noticia”, indicó la madre de Jéssica, Maribel.
Mora, por su parte, nadará junto a Fabiola Rentería, de 27 años, y Bryan Pincay, de 21 (con retardo intelectual).
Ambos ya han cruzado el río antes y esto es una manera de homenajear a Guayaquil, en su fiesta de fundación. “Los chicos demuestran las fuerzas. Eso es de admirar, aunque no vayan al ritmo de los élite, cumplen con llegar a la meta. Eso es de aplaudir”, comentó Mora.
Hasta ayer habían 65 personas registradas para participar, pero el organizador del certamen, César Jiménez, aseguró “a última hora llegan más”.