Espol le dio la vuelta a la llave y forzó a otro cotejo
La segunda final de la Liga Nacional Masculina de Baloncesto se disputó la noche del viernes en el coliseo Luis Leoro Franco de la capital imbabureña, escenario que estuvo colmado de espectadores. El triunfo del elenco de la Escuela Politécnica del Litoral frente a su ocasional adversario Mavort por 97-87, dejó igualada la serie y con ello forzó un tercer encuentro para definir el título de campeón.
Cuando todo apuntaba a que el dueño de casa, Mavort, ratificaría el triunfo alcanzado a inicios de semana (98-84) en el coliseo Abel Jiménez Parra para así acreditarse el certamen en tan solo dos partidos, a la hora de la verdad el quinteto guayasense, con notables condiciones individuales y colectivas, se alzó con la victoria y se tomó la revancha para prolongar el suspenso.
Los trofeos y medallas que se exhibieron antes del encuentro del viernes, quedaron para ser entregados a sus dueños la noche de ayer, cuando en el mismo escenario debía disputarse el tercer partido definitorio.
La bulliciosa barra que acompañó al elenco que adiestra el uruguayo Mario Andriolo, salió muy satisfecha luego de la jornada, pues lo que en su debido momento lo había hecho público el titular de la Espol, Federico Bocca, cuando indicó: “vamos a Ibarra a ganar o ganar para jugar un tercer partido”, se cumplió.
El sonar de los tambores y los cánticos que irrumpieron por los cuatro costados de la cancha, prendieron las emociones de los cinco mil espectadores presentes, ávidos de disfrutar de las sorpresas de un encuentro que se presentaba con caracteres de dramatismo.
Aplausos acompasados y vivas envolvían el escenario, al tiempo, de una ola humana que en varios pasajes del encuentro se puso de manifiesto, exteriorizando así su confianza con el equipo dueño de casa, matizaron un gran espectáculo transmitido en vivo por un canal de TV ibarreño.
Un inicio un tanto tambaleante de los “constructores” le dio alas al equipo visitante para tomar ventaja en el marcador electrónico; el sistema dispuesto por el técnico, Patricio Ponce, con cierta desatención en la defensa, fue propicio para que el espigado Benjamín Puckett, hiciera de las suyas, pero dos clavadas espectaculares del pívot Antonhy Danridge en potentes ingresos, frenaron el ímpetu porteño.
Los tiempos fuera solicitados por uno y otro técnico, fueron la ocasión para replantear los sistemas. Fue así como Espol ubicó a Puckett sobre el costado izquierdo para los lanzamientos primetrales, luego de mover el balón en forma inteligente, tratando de desubicar a la defensa mavorista en jugadas de quiebre rápido.
Entre tanto, Carlos Carcelén y el nacionalizado Reynaldo García, estuvieron por debajo de su nivel y no tuvieron tiempo ni espacio para sus lanzamientos de dos y tres puntos, en tanto Antonie Tisby se esforzaba por asistir a su compatriota Danridge y dar paso a los lanzamientos fuera de la llave de Kenya Coopers, que convirtió en dos oportunidades.
La altura de la “Ciudad Blanca”, la barra en contra y la técnica de sus rivales, no causaron estragos en el estado físico y emocional del plantel porteño, pues guardó sus reservas para mantener un ritmo de juego muy estable y el primer cuarto concluyó con una escasa ventaja 20-19 en favor de la visita.
El trámite del compromiso fue muy parejo. Varios jugadores habían cometido tres faltas antes de culminar el segundo cuarto, tal fue el caso de Patricio Honores; sin embargo, la alternabilidad en la pizarra pintaba un marco de incertidumbre en cuanto al ganador y luego de los primeros 20’, Espol se fue al descanso con un punto arriba 47-46.
En el reinicio del encuentro, Raúl Cárdenas volvió a ser el “motorcito” de su equipo, armando con mucha inteligencia las acciones ofensivas y también apuntaló el esquema defensivo, encaminado a taponar al mayor anotador del cuadro de casa, Danridge.
La tarea encomendada a “Manelly” Nazareno y May Cuero para abrir brechas en la defensa local, la cumplieron a cabalidad, en tanto Aaron Eneas fue el que repartió oxígeno para mantener el ritmo de juego y la recuperación del esférico. Así las cosas y ante el desconcierto del cuadro mavorista que intentó contrarrestar a su ocasional adversario con un juego rápido, pero que no pudo consolidar su accionar, al terminar el tercer cuarto Espol tenía una ventaja de 8 puntos (71-63).
Las desconcentraciones, apresuramientos y yerros en la habilitación de los pupilos de Patricio Ponce, fueron bien aprovechados por la visita que en tan solo cinco minutos inclinó la balanza en su favor, gracias a las ejecutorias de Cárdenas y Pucket, además de las asistencias de Nazareno para así ampliar la diferencia en forma paulatina, distanciándose hasta con 14 puntos (87-73).
El técnico “charrúa” Andriolo dispuso que sus basquetbolistas jugaran en zona y sobre todo lo hagan con el reloj, sin arriesgar innecesariamente; mientras Mavort echaba el resto rotando a Daniel Guayaquil, Paúl Cano y Christian Arce; en algún momento bajó la diferencia a 9 puntos, pero le faltó arrestos y precisión para igualar, hasta cuando la chicharra sorprendió a los actores. Los mejores encestadores de la noche fueron Anthony Danridge y Benjamine Puckett, con 35 puntos cada uno.
Con este resultado Espol forzó a un tercer encuentro, que ayer bajó el telón de la temporada 2011 de la Liga Ecuatoriana de Baloncesto.