El lodo, la mejor compañía para los pilotos extremos
Curvas peraltadas, riachuelos, pendientes, grandes cochas y una difícil pista de motocross fueron los grandes desafíos que enfrentó un centenar de pilotos para cerrar la exigente y dura competencia tuerca de carácter nacional, signada con el nombre de Dezafío Motor que engloba la participación de motos, cuadrones y Jeeps 4 x 4.
La pista de los Tres Guabos, ubicada en la parroquia de Amaguaña, fue el escenario del cierre del V Torneo Nacional Anual. En medio del ruido de los motores, el olor a aceite y gasolina, la adrenalina en su máxima expresión, la vistosidad de la vestimenta que al término del evento cambió totalmente para revestir a los pilotos de una capa de lodo, especialmente en el caso de las motos y cuadrones que brindaron un soberbio espectáculo.
2000 espectadores, aproximadamente, se congregaron a lo largo del trazado de la pista, apostándose en sitios estratégicos e inclusive peligrosos, para no perderse un solo detalle y en especial, los saltos y singulares duelos puestos en escena con la audacia y temeridad que caracteriza a estos pilotos.
El plato fuerte de la jornada final fue degustado la mañana y tarde del domingo. El día anterior la especialidad del 4 x 4 comenzó su aventura con una navegación nocturna entre el sector de Machachi y El Chaupi, cerca de los Ilinizas, valiéndose inclusive de mapas topográficos y GPS. Un tramo de alrededor de 10 kilómetros, en una zona pantanosa, saltos espectaculares con una topografía totalmente irregular, marcó la apertura de la ruta para el epílogo del certamen.
Las motos y cuadrones corrieron el domingo en una pista a campo traviesa, cruzando ríos, zonas de pantano y saltos; mientras los jeeps cumplieron la segunda etapa con una prueba especial de puertas y pantanos en una pista muy singular.
Por nombres no faltaron, ahí estuvieron Juan P. Ortiz, Pedro Velásquez, Andrés Peñafiel, Daniel Bader, Sebastián Barona, Ernesto Valdiviezo, Esteban Franco, por citar unos cuantos que compitieron entre 23 pilotos en la categoría novatos.
Lograr el campeonato no es la principal preocupación, aunque todos los competidores entran a la pista para ganar; sin embargo, el estilo propio, nervios de acero, estupendo manejo de las máquinas, una buena dosis de inteligencia para memorizar el trayecto, son los ingredientes naturales que cada uno de los competidores marcan con un estilo muy personal, además de la vestimenta que incluye casco, rodilleras, botas, con un valor aproximado de mil dólares.
Demostrando cierto cansancio, al tiempo de destacar el trazado de la pista y la organización, Esteban Franco, piloto juvenil, puso de relieve los saltos programados y la gran cantidad de lodo en el recorrido; “es chévere, recibir un bañito de lodo”, sostiene, mientras se aferra a su motocicleta Honda 250cc. de 2 tiempos, “es una moto muy buena, la compré y le arreglé a mi gusto y no me ha fallado”, afirma.
Cerca de 6 mil dólares ha invertido el deportista para poner a correr el torneo; “me gustó más la moto y dejé la bicicleta que la utilicé en principio”, sostiene el piloto debutante, cuyo apoyo familiar es el sustento en cada competencia y “por eso estoy aquí junto a ellos que siempre me respaldan”, anota.
La continuación de estos certámenes depende de la decisión definitiva que tomen los organizadores “Dezafío Motor”, cuyo principal Zebastian Córdoba, ha resuelto desistir de su empresa para dedicarse a otros menesteres. ”El evento es bastante divertido y dinámico; comenzamos con una carrera pequeña en el 2007, tuvimos 40 pilotos y 300 espectadores; pero aprendimos y hemos crecido, la mejor carrera fue la de Tumbaco en abril pasado, por el número de participantes y el público asistente”, sostiene Córdoba.
En el desarrollo de esta actividad han surgido destacadas figuras, entre las que figuran: Andrés Cevallos, Bernardo Hidalgo, pilotos de grandes condiciones y mucho estilo en la especialidad de motos.
En cuadrones, el ibarreño Paolo Meneses y el cuencano Carlos Andrés Reyes Sánchez, quiteño de nacimiento, han marcado cierta hegemonía en esta singular modalidad del deporte “tuerca”.
El representante azuayo logró el primer lugar. “Esta es la pista donde nosotros entrenamos, es increíble para cuadrones; la parte más difícil es la de abajo. Debimos pasar por un lado del río y es donde los corredores se estaban quedando; los saltos también fueron complicados”, afirmó el piloto de 27 años.
Su afición por los cuadrones la lleva desde hace mucho tiempo cuando su familia se radicó en la capital azuaya. “Es una máquina excelente; respondió en perfectas condiciones y como competimos en la categoría A, es bastante complicado manejar la máquina standard; tenemos que prepararla poco a poco, hay que mantenerla y tenerla al día”, sostiene el ingeniero mecánico y ejecutivo de seguridad.
El costo de esta máquina tiene un valor aproximado de 15 mil dólares, además de 5 mil que corresponde a extras para la moto, sin tomar en cuenta el valor de inscripción. “Es un deporte un poquito caro, pero lo apasionante y la adrenalina no te quita nadie y esto es increíble”, dijo el piloto.
Lamentó la decisión tomada por los organizadores, porque son buenos en esta materia de organizar.