En París continúan los desfiles de alta costura. Giambattista Valli presentó sus propuestas de Alta Costura para la próxima temporada.

El italiano ha inundado la pasarela parisina de flores y bordados, que crean una mujer delicada y sofisticada. Con faldas de grandes volúmenes llenas de encajes multicolores y faldas de telas plisadas y acampanadas que convierten a la mujer en una auténtica rosa.

La paleta de colores se centra en el blanco y el negro, con destellos de naranjas, verdes y amarillos, que dan energía y colorido a la muestra. En sus nuevas propuestas, el diseñador se inspira en Syd Barrett, de la banda de música Pink Floyd y en Talitha Getty, un ícono hippie y bohemio de los años sesenta y setenta.

El desfile de Giambattista Valli empezó con prendas hechas con una paleta de colores reducida: blanco, negro y rosa empolvado.

Vestidos cortos, trajes y abrigos que se llenan de plumas de avestruz y bordados de flor de cerezo. Increíbles vestidos largos con flecos brillantes y en tejidos metalizados. Los volúmenes siguen jugando un papel muy importante en los diseños de Valli y nunca renuncia a ellos. Los vestidos y los conjuntos de 2 piezas tienen un toque de los años sesenta, que ya vimos en su anterior colección.

Versace también estuvo presente en las pasarelas con sensuales transparencias, delicados encajes, relieves florales y tejidos vaporosos, siempre acompañados de románticas coronas de flores.

En un homenaje al encanto y la belleza de la naturaleza y su unión con la sensualidad femenina, las creaciones, etéreas y bucólicas para el día, y sexys y geométricas para la noche, abarcan toda una paleta cromática donde los tonos empolvados malvas, lilas y azules comparten protagonismo con los fucsias, naranjas y amarillos más vivos.

Bajo el título El jardín de las delicias y en un escenario inspirado en los pintores flamencos de su país natal, se presentó la última colección de Dior en los jardines del parisino Museo Rodin.

Largas túnicas, vestidos abullonados con amplias caídas, cuellos y superposiciones ‘maxi’ e incluso cotas de mallas enjoyadas envuelven a una mujer recatada y hierática de aire medieval pero vanguardista con cortes oversize que ciñen la línea más entallada al cuerpo, sobre todo, en las cinturas.

El contrapunto ante la evocadora ‘austeridad gótica’ quedó reflejado en la riqueza de las telas y la delicadeza de los detalles, con aplicaciones bordadas, estampados florales, efectos drapeados y elaboradas asimetrías recuperando para algunas prendas los cortes clásicos. La Semana de la Moda se debe realizar meses antes de la temporada para dar tiempo a los fabricantes de dar una muestra de sus creaciones para la siguiente temporada. Esto también da tiempo a los comerciantes de adquirir los materiales e introducir los diseños en el mercado. Además, asisten los redactores de las revistas de moda, los medios de comunicación, celebridades y miembros del mundo del espectáculo. (www.mundo.es/www.enfemenino.es)