Fernando Salas se siente en deuda con Ecuador
Es un hombre grande, imponente, de 1,78 metros de estatura y una corpulencia lo suficientemente considerable para cargar más de su propio peso. Dentro de su estampa física, Fernando Salas guarda sentimientos de desilusión por volver a casa sin una medalla.
Salas quedó en el cuarto lugar de la categoría más de 109 kg en el levantamiento de pesas de los Juegos Panamericanos que se desarrollan en Lima. Estuvo a muy poco de obtener el bronce, objetivo que se trazó para esta temporada. “Me despido de Lima con un sabor amargo de que pude llevarme una medalla de plata, pero no se pudo”.
El ganador fue el brasileño Fernando Saraiva con un total de 420 kg, seguido por el cubano Luis Lauret (399 kg) y el mexicano Manuel Manrique (393 kg), quien cerró el podio. Una lesión en la pierna izquierda privó al ambateño de optar por los primeros lugares.
Por su cabeza pasan varias ideas sobre el futuro. Una de las cosas que reitera es que se siente apenado con Ecuador por no haber alcanzado un puesto entre los primeros. “Me voy de Lima endeudado con mi país, con una desilusión muy grande porque nadie se iba a imaginar lo que pasaría”.
La estrategia con su entrenador era de levantar 218 kg en la modalidad de envión. Al tomar las pesas sintió como un pinchazo en la pierna. No fue un error de calentamiento. Solo la mala fortuna. Un gesto deportivo, como calificó al movimiento realizado, que le cortó la posibilidad de podio. “Me siento con rabia, con impotencia de que me haya pasado. Teníamos la medalla de bronce casi segura”.
En su historial destaca que obtuvo bronce en los Panamericanos de Toronto 2015. Compitió en los Olímpicos de Río 2016. Pero también vivió momentos duros, como la lesión en las dos rodillas que lo tuvo un año y cuatro meses sin actividad.
El “tricolor”, de 31 años, se recuperó para este 2019 y Lima era su segunda competencia internacional. Se preparó durante un mes en Medellín (Colombia). Luego, 15 días antes de los Panamericanos, arribó a la capital peruana.
Este traspié en Lima no es el fin del mundo para él. Considera que “una caída no es una derrota” que le impediría continuar participando en las plataformas.
Tras la recuperación enfrentará el Mundial en Tailandia, del 18 al 27 de septiembre de 2019, competencia que otorgará cupos para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Ese afán de reivindicarse es el que lo ayudará a retomar sus marcas y clasificar a los Olímpicos. Se despide de Perú agradeciendo el apoyo que recibió de los ecuatorianos a través de redes sociales y mensajes. Para el deportista nacional, esto no ha terminado. (I)