Silencio en la tierra de los sueños
La película que confronta la vida presente y futura
Silencio en la tierra de los sueños es la representante de Ecuador para el premio Oscar, como la mejor película extranjera. Esta producción, dirigida por Tito Molina, producida por La Facultad en Ecuador y con la colaboración de WeydemannBros de Alemania, presenta la vida de Bertha, una mujer adulta mayor, que al enviudar en su casa reina el silencio y la soledad. Pero no es la soledad que desgarra el alma, sino la soledad que se lleva con dignidad. Para ella, cada gesto, movimiento y sentimiento tiene su valor. Como señalan sus productores, “solo en sus sueños escapa de esas cuatro paredes hacia una tierra mágica y sin tiempo donde el mar habla sin palabras. Sus días transcurren así; entre lo real y lo onírico... hasta el día en que un perro vagabundo toca su puerta”.
La historia de Bertha es, sin duda, también la historia de miles de hombres y mujeres que llegaron solos a la vejez. Esa realidad presente en los sectores rurales y urbanos, y que también es merecedora de ser vivida con intensidad, sin la fatalidad con la que suele representarse en algunos medios de comunicación o a través de los prejuicios que impone la sociedad.
Esta película tiene este mérito, pero además por el hecho de confrontarnos a todos sobre el presente y futuro de la vida. Todos envejecemos y nadie nos asegura que será siempre en compañía de alguien. ¿Cómo queremos que sea nuestra vejez?, es la primera pregunta que debemos respondernos. Más si miramos que en Ecuador, según los resultados de la Encuesta SABE I 2009, más de 100 mil personas adultas mayores requieren ayuda para realizar las actividades de la vida diaria, como bañarse, comer, usar el servicio higiénico, levantarse de la cama o acostarse, moverse de un lugar a otro.