¿Qué nos dice la experiencia de otros países sobre el cuidado de los adultos mayores? Presentamos el caso de Argentina y para ello partimos de un pensamiento expresado como parte de una política pública: “Debemos ocuparnos más que preocuparnos por el bienestar de los adultos mayores en tanto, ciudadanos y sujetos de derecho”.

La vejez es considerada como una etapa vulnerable de la vida por múltiples razones: la identidad sufre una crisis que requiere la búsqueda de nuevas opciones, valores y objetivos de vida. Una persona que está en situación de vulnerabilidad, sus derechos y el ejercicio activo de ciudadanía se ven también afectados.

De acuerdo a un trabajo de Ana Paula Villanueva y Constanza Fernández, de la Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores, se debe pensar en lo que significa el momento de la jubilación, en tanto se trata de un retiro no voluntario sino impuesto e inevitable. En ese momento, las redes sociales laborales, que resultan uno de los sostenes afectivos, se ven debilitadas al perder el contacto entre compañeros. Esto significará un esfuerzo para fortalecer los vínculos de esa red y para construir un nuevo tejido en cuanto a las otras redes sociales tales como la familia y la comunidad.

Al disminuir también su capacidad económica, esto significará crear nuevas estrategias creativas para con pocos recursos generar nuevos proyectos de vida.

Para Villanueva y Fernández, la calidad de vida de los adultos mayores está relacionada con su capacidad funcional y con el conjunto de condiciones que les permitan cuidarse a sí mismos y participar en vida familiar y social. De ahí la necesidad, desde la práctica misma de un cambio de paradigma, en donde se deje de ver al adulto mayor como un “desecho (ya que no se encuentra incluido en el sistema de producción) y se lo mire como “sujeto de derechos con posibilidades y capacidades de transmitir sus conocimientos a otros”.

A partir de este cambio de paradigma se deja de mirar al adulto mayor en un rol pasivo por uno activo, protagonista, ciudadano partícipe de los cambios de la sociedad, en donde se valoren sus saberes y prácticas al servicio de la comunidad.

Esto implica reforzar la pertenencia al contexto social, influyendo y decidiendo. “Si entendemos que el envejecimiento es un proceso continuo como la vida misma, entonces envejecer es una actividad a través de la cual se asume y construye un nuevo rol con el cual el adulto mayor se integra a se inserta en la sociedad”.