Jean Carlos Caicedo tuvo en Éder, su hermano, la inspiración para ser boxeador profesional. Hace 11 años,  en la calle Maximino Delgado, de Montecristi, lo veía pelear en las  las esquinas para defender a su otro hermano. “Yo, de pequeño, lo veía cómo se cuadraba, desde ahí me gustó la pelea y el boxeo”.

Caicedo recuerda que su madre (Mariana Jesús) siempre tenía que ir a la escuela porque se metía en problemas con sus compañeros a quienes le rompía los lápices. “Yo siempre he sido tremendo, desde que era pequeño pasaba peleando”.

Con 11 años atendió una invitación de Raúl Pachay para que practicara boxeo en el gimnasio de Montecristi. Su primer día no fue exitoso, ya que Jefferson Santana, su mejor amigo, lo probó encima del cuadrilatero y lo maltrató.

“Yo al inicio lo cogí como hobby. El primer día que fui me pegaron, fue ‘Popeye’, mi mejor amigo, que es como mi hermano y ahora está en Pastaza. Él era más agarrado que yo (fuerte) y me sacó la mugre”.

Pero la mala experiencia no lo desmotivó. Por el contrario, esos golpes le hicieron dar cuenta de que tenía que mejorar. Su primer rival a vencer fue uno de los seleccionados de Manabí, de apellido Pin, quien siempre le ganaba en las peleas de entrenamiento en Montecristi.

“Él siempre me pegaba. De ahí yo me entrené con todas mis fuerzas, porque era de mi mismo peso. Luego le comencé a ganar y hasta llegué a banquearlo (...). Esas derrotas fueron golpes de la vida para aprender más”.

Caicedo recuerda que no acudió a la primera invitación de un torneo porque su familia tenía miedo de que “lo dejen botado” en Puerto Quito. Esa ausencia le dolió, pero decidió continuar con los entrenamientos hasta que llegara otra invitación.

Consolidado en la selección de su provincia, Jean Carlos comenzó a ganar experiencia y títulos en varios torneos nacionales. Su disciplina, técnica y potencia le permitieron ser una figura reconocida en el país. Fue así que la dirigencia del boxeo de Pichincha se fijó en él y lo invitó para que los representara.

Su sueño más próximo es obtener una de las becas del Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte y clasificar a los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Un año y medio paralizado

La etapa más difícil en su carrera fue haberse alejado de las prácticas por un año y medio. A los 19 años decidió establecerse en un compromiso y tuvo que dejar los cuadriláteros para buscar trabajo.

Consiguió uno en una empresa de cervezas como despachador de los productos en las diferentes tiendas de la provincia. De esa forma logró mantener su nuevo hogar, pero en su interior sentía que algo faltaba. 

Luego de año y medio, su relación terminó y regresó a los gimnasios. “Es que el boxeo es como una droga, una vez que uno lo practica, no deja de pensar en él. Así que regresé y me puse en forma (...), pero esa etapa sí fue difícil sin boxear”.

El apoyo total de sus padres -con quienes vive actualmente- ha sido determinante para su retorno, no solo a la práctica del box, sino también a los torneos de élite.

Ahora entrena todos los días, de 08:00 a 10:00, y disfruta de la compañía de su familia. Aunque tiene sus cosas en la casa de sus padres, pasa más tiempo con su hermana Narcisa -también en Montecristi-, quien le ha dado la ayuda necesaria para retomar su carrera boxística.

Luego de la Copa del Pacífico, Caicedo se concentrará con el Team Ecuador que representará al país en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta, Colombia (noviembre). Ese será su último evento de 2017.

Un debut con calidad

Jean Carlos Caicedo fue la figura de la primera jornada de la XII Copa del Pacífico que se realiza en Durán. El boxeador nacido en Montecristi (Manabí) derrotó al chileno Tomás Oyarzún por decisión unánime, en combate de los 56 kilogramos.

Luciendo unas trenzas amarillas y vestido de rojo, Caicedo subió al cuadrilátero del gimnasio de boxeo Odilón Balladares para demostrar por qué es uno de los candidatos para ganar la medalla de oro en el torneo boxístico.

Con fuertes golpes, el manabita maltrató el rostro del chileno y obligó a la jueza a detener el combate en dos ocasiones para realizarle a Oyarzún el conteo de protección. Los dos primeros asaltos fueron intensos para el ‘tricolor’, a tal punto que la esquina chilena tuvo que atender en dos oportunidades un corte en la cara de su representante.

En los últimos segundos, Caicedo decidió esperar alguna reacción de su rival, que lucía visiblemente cansado, pero fue en vano. El boxeador chileno se limitó a defenderse y eso lo aprovechó el ecuatoriano para terminar de dañar la nariz de su oponente, quien luego reconoció la superioridad del manabita.

Al final, y por decisión unánime (5-0), Caicedo se quedó con el pleito y avanzó a la siguiente ronda de la Copa del Pacífico. El público asistente en Durán reconoció el gran nivel del combate, en especial del púgil de Montecristi, y de pie lo ovacionó con aplausos.

“Fue una pelea bastante difícil. Conocía poco al rival, pero solo el hecho de que era zurdo me podía complicar, además es potente. Por falta de tiempo no pude bajar y me inscribí en los 56 kg, pero en los Bolivarianos lo haré en los 52 kg, ya que tengo tiempo de adelgazar”. (I)

Quipo abrió la XI Copa del Pacífico con una victoria 

La XI edición de la Copa del Pacífico empezó el pasado lunes en el gimnasio de la Escuela Municipal de Box Odilón Balladares, del cantón Durán. En total participan 81 púgiles (hombres y mujeres) de nueve países del continente.

Luego de la ceremonia inaugural, que contó con la presencia del presidente de la Federación Ecuatoriana de Box, Álex González, y el vicepresidente honorario de la AIBA (Asociación Internacional de Boxeo), Domingo Solano, comenzaron las primeras 10 peleas del certamen.

El primer combate, por los 49 kg, lo protagonizaron el ecuatoriano Carlos Quipo y el colombiano Merkis Padilla.

El púgil ‘tricolor’ demostró mejor condición técnica durante los tres asaltos que duró el pleito y por decisión unánime (5-0) se quedó con la victoria.

En la segunda pelea, por los 56 kg, el ecuatoriano Galo Rosales, de los registros de Pichincha, no pudo ante el guatemalteco Donis Reyes y cayó, también por decisión unánime. El centroamericano dio golpes más potentes y demostró una mejor condición física.

Ayer, la programación incluía 16 peleas, de la rama masculina y femenina.

El torneo internacional comenzará a repartir medallas mañana, cuando se disputen las peleas finales en las diferentes categorías y pesos. (I)