El francés Adrien van Beveren (Yamaha) tuvo que abandonar ayer el Dakar al accidentarse poco antes de la meta de la décima etapa, en la que tenía casi sentenciado el rally a su favor en motos.

Van Beveren se cayó de su moto cuando apenas le quedaban 3 kilómetros para terminar el tramo cronometrado de 373 kilómetros de la etapa, en la que sacaba una ventaja considerable de al menos cuarenta minutos sobre el primero de sus perseguidores, el argentino Kevin Benavides (Honda).

El accidente del francés ocurrió cuando pilotaba por un río sinuoso. Aunque intentó terminar la etapa, estaba totalmente aturdido y tuvo que detenerse y ser evacuado en helicóptero al campamento de la meta de la etapa, entre Salta y Belén (Argentina).

El piloto francés había cedido en el primer tramo cronometrado del día algunos minutos sobre Kevin Benavides, pero había recuperado con creces el tiempo perdido en el segundo sector del día, en el que los pilotos debían atravesar un laberinto de ríos secos.

Van Beveren, de 27 años, se queda sin completar su tercer Dakar, tras haber acabado sexto en la edición de 2016 y cuarto en el último año.

Tras su accidente, el austríaco Matthias Walkner se proclamó ganador de la etapa y le arrebató la primera posición de la clasificación general al piloto francés.

Por su parte, Kees Koolen, un millonario holandés apasionado por correr el Dakar, es la figura clave que puede definir la categoría de coches tras poner en  aprietos al español Carlos Sainz y al francés Stephane Peterhansel, estrellas del rally.

Koolen, empresario fundador de un conocido sitio web para reservar hoteles, no es solo el causante de que a Sainz le hayan penalizado con 10 minutos, sino que además también motivó, aparentemente de manera involuntaria, el accidente de Peterhansel que le hizo ceder el liderato en favor del español.

Las dos acciones, tan decisivas para la resolución de la categoría reina de este rally, se produjeron en cuestión de segundos, durante la séptima etapa de la carrera, que discurría por embarrados caminos plagados de charcos en algún punto del altiplano boliviano, entre La Paz y Uyuni.

Por ese complicado terreno conducía Koolen su quad cuando se percató de que Sainz iba a adelantarle, pero él cuenta que apenas le dio tiempo a reaccionar porque conducía a 20 kilómetros por hora y Sainz pasó a más de 150 kilómetros por hora, con lo que, según su versión, lo golpeó con el coche en el brazo y dañó su quad, sin que después se detuviera a preguntar cómo estaba.

Sin embargo, Sainz explica que activó el sistema electrónico para alertar a Koolen su intención de adelantarlo y que este se apartó a un lado del camino, pero en el momento que lo estaba pasando perdió el control de su quad y volvió al centro, con lo que tuvo que reaccionar rápido para esquivarlo. (I)