A los seis años, Sofía Sarmiento entró a los scouts. En ese momento no se dio cuenta de lo que significarían las actividades al aire libre en su vida.

Hoy, con 15 años, la joven deportista ha escalado las principales elevaciones del país, como el Chimborazo, el Cotopaxi, el Iliniza Sur y Norte, Corazón, entre otras.

“Cuando llegas a la cima de una montaña, enseguida quieres subir a algo más alto. Eso me pasa a mí. Llegué al Chimborazo, pero ahí no acabó mi sueño. Más bien me dieron ganas de seguir”, relató Sarmiento.

Por esa razón, pretende alcanzar la cima del Aconcagua, la montaña más elevada de América, situada a 6.960 metros sobre el nivel del mar (msnm).

Después de su experiencia con los scouts, ya más grande, su padre la llevó a Perú, donde hicieron algo parecido al Camino del Inca. Pasaron por muchas montañas; fue la primera vez que estaba a 4.400 msnm y quedó encantada por la experiencia.

Por el trabajo de su padre ha tenido varios lugares de residencia. Nació en Houston, en Estados Unidos, donde vivió hasta los dos años y medio. Luego pasaron por Brasil, Venezuela y estuvo siete años en Ecuador. Después retornaron a Brasil y ahora nuevamente está en el país.

En Ecuador le costó adaptarse, pero el montañismo la distrajo de todo y se dedicó de lleno a hacerlo. Un mes después, ya pudo subir al Cotopaxi, con la guía de dos experimentados del montañismo nacional: Esteban Mena y Carla Pérez.

En su fiesta de 15 años recibió un regalo muy especial por parte de la pareja de deportistas: una piedra de la cima del Everest, que Carla recogió en su última travesía en la elevación más alta del mundo.

Eso la motivó aún más para seguir en este deporte y se dijo a sí misma que tiene que ir al Everest para recoger otra piedra.

Esa expedición es algo que está en su mente. Ella quiere hacerlo antes de cumplir los 18 años, pero su madre Daisy Chavarro aún duda de aquello. “Todavía estamos discutiendo sobre eso. No sé si se dé”.

Recientemente, otra quinceañera subió a la cumbre del Aconcagua. Milena Luna lo consiguió el mes pasado y Sofía tuvo la oportunidad de conocerla, en un canal de televisión.

“Me enteré hace poco de su logro y la conocí. No pudimos hablar mucho, pero sí sobre las montañas a las que hemos subido”, contó.

Sofía se prepara intensamente para poder subir al Aconcagua en diciembre. Ahora cuenta con un entrenador, Mauricio Álvarez, que le exige para mejorar sobre todo su balance.

Su madre sufría cada vez que su hija pretendía ir a una elevación, pero hoy está más tranquila por el respaldo profesional que tiene.
En poco tiempo espera ver el continente desde el punto más alto. (I)