Para la entrenadora de la selección femenina, Wendy Villón, no existe presión de cara a la Copa América de Chile, donde Ecuador buscará acceder a un segundo Mundial.

El hecho de que la Tricolor ya se clasificó hace cuatro años a uno, más que una presión, es una motivación para la entrenadora guayaquileña; por ello, en su primer reto internacional de selecciones, intentará emular lo que logró su antecesora.

“En todo el trabajo ha existido buena predisposición y este grupo quiere ser protagonista en la Copa. Sé de las condiciones de la plantilla. ¿Por qué no conseguir otra clasificación a un Mundial?”, comentó la entrenadora guayaquileña.

Ella analizó la mezcla de juventud y experiencia en las 22 convocadas, que disputarán el torneo. Por un lado destacó la base de futbolistas que disputaron el Mundial de Canadá 2015 y por otro, algunas futbolistas que se integraron en el proceso desde la sub-20.

“Las nuevas tienen ansias de jugar, de ser protagonistas y de forjarse un nombre. Hemos hecho una mezcla importante; tenemos muchas fortalezas. Ya existen ganas de jugar ese partido contra Venezuela”.

El estreno de las seleccionadas será el 5 de abril en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso de Coquimbo y la estratega apunta a mostrar un juego ofensivo.

Ayer, en la Casa de la Selección, entregó la nómina de 22 convocadas que jugarán en Chile. La lateral Angie Ponce, que debía llegar el miércoles, recién lo hará el sábado, pues debía jugar con su equipo en Estados Unidos. Ella será la última en sumarse, antes de viajar el lunes hasta el sur del continente.

Tras la convocatoria, las 21 jugadoras se tomaron la fotografía oficial, en compañía del cuerpo técnico. A Villón la acompañarán Jorge Castro, como asistente, Carlos Muñoz, como preparador físico y Jorge Veira, como preparador de arqueras.

Las futbolistas posaron ante los medios y dentro de la concentración, lo hicieron para la golera Irene Tobar, que tiene afición por la fotografía y siempre tiene a mano su cámara profesional.

También las tres goleras recibieron guantes de la marca MB1, de propiedad del portero de Barcelona Máximo Banguera. Él envió esos accesorios con los nombres de cada una impresos en ellos.

El torneo femenino es corto y se jugarán partidos cada dos días, por lo que la preparación física y el descanso óptimo son prioridades en la selección. “Las cargas se fueron incrementando en los microciclos para llegar bien al torneo, que es una competición exigente. Ya en el torneo se prioriza mucho la recuperación y los trabajos físicos son menores”, dijo el preparador físico Muñoz.

Villón trabajó desde el 8 de diciembre pasado en Guayaquil y consideró aquel microciclo como introductorio, para que las futbolistas conozcan su forma de trabajar y lo que ella pretendía del equipo.

En ese mes vio a las futbolistas que eran seleccionables de los clubes locales y también tenía reportes de las que actuaban en el extranjero. Mientras que en enero perfeccionó la estructura del equipo y lo que busca demostrar en la Copa.

La Tricolor tiene previsto viajar el lunes hasta Coquimbo, después de hacer una escala en Santiago. Tres días después debutará contra Venezuela y luego enfrentará a Brasil, Argentina y Bolivia. Recién en la última jornada tendrá descanso.

El grupo A está conformado por las anfitrionas, Colombia, Paraguay, Uruguay y Perú. Las cinco selecciones disputarán todos sus partidos en La Serena, en el estadio La Portada, con capacidad para 17.000 espectadores. 

Las dos primeras de cada grupo accederán al cuadrangular final, clasficatorio para el Mundial, Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y Juegos Panamericanos de Lima del próximo año.

En la Copa América anterior, Ecuador consiguió dos de esos tres premios, al llegar a su primer Mundial en Canadá y a los Panamericanos de Toronto. (I)