La nadadora ecuatoriana Sara Palacios continúa firme con su reto de los Siete Mares y este lunes 15 de julio de 2019 consiguió el segundo de ellos, al cruzar el Canal de Catalina en EE.UU. “Estoy supercansada, pero superfeliz. Me costó muchísimo, pero estoy satisfecha”, dijo Palacios en una transmisión en directo en su página de Facebook, que registró su travesía.  

Palacios cruzó con éxito los 33 kilómetros que separan a la isla de Catalina y California. Salió en la madrugada de este lunes 15 de julio de 2019 y llegó al mediodía, tras completar la distancia y tocar tierra firme; solo así se podía certificar que efectivamente consiguió el cruce.

Ella estuvo en compañía de su esposo Diego Egas y de sus padres Santiago Palacios y Sandra Rodríguez. Ellos la respaldaron con la hidratación y la alimentación durante la travesía; todo salió según lo planificado.

El clima afectó en parte la planificación que tenía la nadadora, pues debió hidratarse con más periodicidad. En primera instancia lo iba a hacer cada hora, pero por el calor intenso, ya en el amanecer, tuvieron que hacerlo cada 40 minutos.

Sus padres y su esposo tenían preparadas las bebidas hidratantes y los geles que debía consumir para mantenerse con energía e hidratada. A través de un kayak, que cruzó junto a ella, le hacían llegar los insumos durante las pausas.

El clima caluroso también provocó que el agua fuera más cálida, algo que no estaba dentro de los planes. Nadó a una temperatura de entre 19° y 20,5° centígrados, lo que es confortable, pero la deshidratación se produce con más rapidez.

Ella y su equipo sabían que las condiciones podrían cambiar de un momento a otro, de modo que todas esas circunstancias no afectaron el cruce de la nadadora. Lo que sí la retrasó un poco fueron unos problemas en la espalda durante una parte del recorrido, pero aquello finalmente no incidió para que tocara tierra firme en el continente.

Su padre y su madre siempre estuvieron pendientes para animarla. Cuando faltaban dos kilómetros para que culminara el trayecto, mostraron un pequeño pizarrón de tiza líquida que decía “Ya mismo” en letras rojas y que ella veía desde el océano.

Desde el bote, que deben alquilar para realizar el seguimiento y apoyar con el abasto, su esposo Diego se encargó de documentar la travesía con fotos y videos.

En el trayecto, Sara nadó junto a delfines, algo que sabía que podía suceder por la rica fauna marina de la zona. Eso sí, antes de emprender el viaje a Estados Unidos, le dijo a EL TELÉGRAFO que le daba “un poco de miedo” nadar junto a animales, pues nunca lo había hecho.

En otras ocasiones, los nadadores que han conseguido realizar el cruce han señalado que han visto tiburones o incluso ballenas. Palacios estaba preparada mentalmente para aquello, pero finalmente solo compartió un tramo de los 33 kilómetros con un grupo de delfines.

Con una sonrisa en su rostro y tras tocar tierra firme, Palacios retornó al bote donde estaban sus familiares, que la recibieron con felicidad por la labor cumplida. Ella tendrá unos días para recuperarse porque deberá cumplir otro reto a la vuelta de la esquina.

En agosto nadará la Maratón de Manhattan, que comprende una vuelta a la isla de ese nombre que tiene 48 kilómetros. Si consigue ese nuevo reto logrará el reconocimiento de la Triple Corona, una distinción que otorga la Asociación Mundial de Aguas Abiertas a los que completen las pruebas del Canal de la Mancha, el Canal de Catalina y la Maratón de Manhattan.

Palacios ya tiene las dos primeras y podría conseguir la Triple Corona el mes de agosto de 2019. Eso sí, no descuida su proyecto de los Siete Mares y le gustaría cruzar el próximo año (2020) el Canal de Molokai, ubicado en Hawái y con una distancia de 41,8 kilómetros entre las islas de O’Ahu y Molokai. (I)