Practicar deporte, un desafío para las mujeres en Camboya
Camboya.-
La humedad y el sudor convierten los tatamis (suelos acolchonados) en pistas resbaladizas, pero esto no preocupa a la atleta camboyana Chov Sotheara, la única mujer entre hombres que se entrena en este gimnasio de Phnom Penh.
Su día a día está muy alejado del ambiente de los Juegos Olímpicos de Río, donde esta luchadora representó a su país. Porque en Camboya el deporte todavía es cosa de hombres.
En este país del sudeste asiático, más conservador de lo que pueda parecer a primera vista, prevalece una visión estereotipada del cuerpo de la mujer, supuestamente menuda y no atlética. Solo el 25% de los deportistas de alto nivel del país son mujeres. “Que tus padres y amigos entiendan que eres una mujer pero que te gusta el deporte es un combate”, cuenta Chov Sotheara, de 33 años.
Cuando eres una luchadora, las cosas son evidentemente más complicadas. “Mucha gente piensa que las mujeres no deben entrenarse con los hombres, que la práctica deportiva te va deformar el cuerpo y que ningún hombre querrá casarse” contigo, añade.
En Camboya, hasta 2007, en los colegios se enseñaba un código de buen comportamiento para mujeres con el fin de que fueran “educadas, tímidas” y sumisas con su marido.
Skateboard femenino
La asociación Skateistan lucha desde 2011 contra esta educación que reduce a las mujeres a un segundo rol en la sociedad.
Encima de las tablas de skate hay tanto chicas como chicos. En medio de frescos murales, los jóvenes encadenan las figuras, entre aplausos y ánimos de sus compañeros.
“Queremos que las chicas desarrollen sus aptitudes gracias al skate, que pierdan el miedo”, explica Kov Chan Sangva, al frente de estos talleres.
La ONG reserva franjas horarias para las más tímidas, las que no se atreven a entrenar con chicos, “para que no se bloqueen”, explica Benjamin Pecqueur, responsable de la estructura.
Y funciona. El “skateboard hizo que ganara confianza y me hizo ser más fuerte. Veo que puedo triunfar”, comenta entusiasmada Puth Chan Chhorvy, de 15 años. Las discriminaciones respecto a las niñas tienen consecuencias graves en Camboya, donde la violencia conyugal está muy extendida. Según una investigación de la ONU de 2013, un cuarto de las mujeres camboyanas son víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja.
Reglas de decoro
El gobierno quiere cambiar las cosas antes de la celebración por primera vez en el país de los Juegos del Sudeste Asiático, en 2023.
“Hemos decidido convertir a las atletas femeninas con medalla en modelos para nuestro país, para nuestra nación. Queremos demostrar que practicar deporte no tiene un impacto negativo en su vida sino que, al contrario, es beneficioso”, explica Vath Chamroeun, secretario nacional del comité olímpico camboyano, que lamenta “las barreras culturales”.
“Por ejemplo, muchos todavía piensan que si las chicas practican deporte pueden perder la virginidad. Queremos acabar con esos estigmas que no le hacen bien a la sociedad”, reconoce Chamroeun.
Además de estas consideraciones, las mujeres deben atenerse a unos modales estrictos, como mantener las piernas juntas. En 2016, una foto trucada de la esposa del primer ministro Hun Sen causó un escándalo porque tenía los pies separados.
Los cánones de belleza no ayudan. “Los deportes en el exterior están muy mal vistos por las mujeres porque estás expuesta al sol, y lo ideal es tener la piel lo más blanca posible. El deporte desarrolla los músculos, algo percibido por la gente como poco atractivo para una mujer”, describe Nary Ly, primera camboyana en participar en la prueba de maratón en los Juegos Olímpicos. Fue en agosto, en Río. (I)