El deportista ecuatoriano Pablo Santos cumplió con un nuevo salto desde los 1.110 metros de altura en el Kjerag, una montaña localizada en Noruega.

El reto lo cumplió en el marco del evento más extremo del mundo, el Heliboggie Kjerag, porque los participantes no disponen de líneas de vida o ayudas al momento de saltar de la cima del monte, solo dependen del viento y sus habilidades para saber manejar el traje.

Con 35 años, el quiteño además es el único piloto ecuatoriano de tracksuit, una disciplina en la que los deportistas simulan volar a través de un traje diseñado para eso.

El salto base tiene su origen en el paracaidismo, pero su ejecución es diferente. Consiste en saltar al vacío desde objetos fijos, como puentes, edificios, antenas y montañas de poca altura (entre 90 y 1.000 m) para aterrizar mediante el uso de un paracaídas un poco más pequeño que el tradicional.

En 2015 fue cuando el “bichito” de este deporte extremo entró en Pablo, quien también es ingeniero comercial, y empezó a seguir cursos en Estados Unidos de la actividad. Actualmente cuenta con más de 110 saltos base.

Para llegar al Heliboggie Kjerag, el tricolor cumplió con dos fases previas. En la primera sumó 60 saltos en las zonas especializadas en paracaidismo como Slydive Perris y Skydice Arizona, ambas ubicadas en Estados Unidos.

Y en la segunda acumuló 30 saltos más en el Monte Brento (Italia) que tiene 1.545 metros de altura.

El siguiente reto de Santos lo cumplirá en Ecuador cuando se lance desde el hotel Grand Diamond en Tonsupa (provincia de Esmeraldas) el próximo 10 de agosto. Posteriormente estará participando en el KL TOWER BASEJump en Malasia. (D)