Especial coronavirus
Miguel Ángel Rodríguez, atrapado por la “bici”
Miguel Ángel Rodríguez dio los primeros pasos en el deporte lejos de la bicicleta, tanto así que en lugar de pedalear braceaba en las piscinas y lagos de la provincia de Imbabura.
Luego de que la selección provincial se desintegrara y al no tener con quién entrenar pasó a desenvolverse en el triatlón, disciplina en la que conoció las bondades del deporte del “caballito de acero”.
Aunque no lo convenció del todo. “En lo personal no pensé que me iba a gustar tanto porque al principio detestaba estar tantas horas pedaleando, pero uno nunca debe decir que un deporte no es para uno”, comentó el estudiante de comercio exterior e idiomas.
Tras varios triunfos a nivel nacional en la natación y el desaliento por ser “el único que quería seguir en ese deporte” se decantó por la natación, el atletismo y el ciclismo, que se desarrollan en el triatlón. “A finales de 2014 me decidí a entrar”, afirmó a EL TELÉGRAFO.
En esta disciplina fue campeón nacional tres años consecutivos en los Juegos Nacionales Juveniles y además participó en torneos Sudamericanos, Panamericanos y en un Mundial, conociendo varios países como Argentina, Estados Unidos, Chile y México. Así también compitió en dos Ironman.
Pero le volvió a ocurrir lo mismo que en la natación y se quedó sin compañeros para continuar en las tres disciplinas.
Un tiempo atrás el quiteño de 22 años decía “no” al ciclismo, pero después de practicarlo lo fue queriendo y “llevando en la sangre todos los días, entrenando cada vez más y más, disfrutando de los paisajes que nuestro país nos entrega”.
Rodríguez define al ciclismo como algo fuera de lo normal, porque “te hace estar en forma siempre, no engordarte, salir de la rutina, entre otras cosas y tener la cabeza fuerte”, sostuvo.
Una de las grandes motivaciones que tuvo es ser amigo del corredor del Team Ineos Jonathan Narváez, “debido a que somos de la misma edad, vi el progreso de él, conozco su crecimiento, cómo empezó, como salió y cómo se le fueron dando las cosas, entonces consideré que si él pudo yo también”, señaló.
Miguel Ángel nació en Quito, pero desde los ocho años reside en Ibarra, capital de la provincia de Imbabura, por el trabajo (policías) de sus padres. (I)