La angustia terminó para la atleta ecuatoriana Marizol Landázuri. La velocista esmeraldeña retornará al país el 25 de mayo después de quedarse varada en Estados Unidos, donde se encontraba realizando un campamento de entrenamiento.

Landázuri recibió ayer la llamada de  Pamela Jalil García, cónsul general de Ecuador en Miami, para agendar su regreso al país. La funcionaria le ofreció   volver este lunes en un vuelo humanitario, pero la atleta pidió un poco más de tiempo para cuadrar detalles que tiene pendientes en Estados Unidos.

“Yo debo entregar el departamento donde estoy viviendo y recibir unos implementos deportivos que adquirí para mi preparación que no se encuentran fácilmente en Ecuador. Por eso le pedí de favor a la Cónsul que me ponga en la lista para el 25 de mayo”, le contó la deportista a EL TELÉGRAFO a través de mensajes de voz de WhatsApp.

Después de recibir esa llamada, Landázuri se sintió aliviada. Tenía tres días sin poder comer bien, pero ayer pudo hacerlo con normalidad. La desesperación y la depresión desaparecieron. “Es la mejor noticia que he recibido en las últimas semanas”, dijo.

Marizol se comunicó con este Diario la noche del miércoles pasado solicitando ayuda urgente para que se visibilice su situación y que las autoridades conozcan su caso.  

Ayer por la mañana se publicó una nota en nuestra página web exponiendo su situación. Además, se realizaron gestiones con el Consulado de Ecuador en Miami, entidad que brindó una respuesta y solución inmediata. 

En principio ella se encontraba en Orlando, donde llegó a finales de enero para prepararse de cara a los torneos clasificatorios para los Juegos Olímpicos Tokio 2020, pero cuando la ciudad colapsó debido al coronavirus se trasladó a Eustis, una localidad más pequeña ubicada a 45 minutos de Orlando.  

Allí la atleta alquiló un pequeño departamento donde realiza su entrenamiento diario para mantener su estado físico. Su preparación es monitoreada por los técnicos metodólogos de la Federación Ecuatoriana de Atletismo. 

“Tenía mucho miedo. Estaba muy asustada. Estoy sola acá. Mi entrenador es cubano, pero viajó a su país apenas empezó la emergencia para reunirse con su familia. Yo no pude volver a Ecuador por el cierre de las fronteras y los aeropuertos. Al principio estaba tranquila porque pensé que la pandemia pasaría pronto, pero no ha sido así, por eso estaba desesperada por volver”, explicó Landázuri.

La ecuatoriana llegó a Orlando el pasado 31 de enero y su regreso debió ser el 31 de marzo. Su estadía en Estados Unidos se la costea con sus propios recursos y con el incentivo que recibe de la Federación Ecuatoriana de Atletismo.

“Estar sola es muy difícil; he tratado de estar calmada porque sé que la situación escapa de mis manos, la pandemia es a escala mundial. Pero necesitaba tener al menos una fecha concreta de regreso”, agregó la campeona suramericana en los 100 metros planos en Cochabamba 2018.

Ella está en constante comunicación con su familia, que vive en Esmeraldas. Cuando hablan tratan de tranquilizarla y le dicen que tenga paciencia.

Para distraerse un poco se mantiene entrenando a doble jornada y viendo videos de pruebas de velocidad para intentar mejorar su técnica.

Landázurí es una de las mejores velocistas del país y aspirante a clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio que se disputarán el próximo año. 

Ha representado al país en  los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, el Grand Prix Colombia 2017, el Campeonato Mundial de Atletismo IAAF Londres 2017, y los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017.

El años pasado  obtuvo la medalla de oro rompiendo sus propios récords en las pruebas de 100 y 200 metros planos en el Campeonato Nacional de Atletismo Grand Prix Richard Boroto, realizado en Cuenca. (I)