Millán Ludeña, récord Guinness en lo más profundo del planeta
Afectado por la tos debido a los cambios de temperatura y algo cansado, el deportista ecuatoriano Millán Ludeña (37 años) habló del Guinness World Record TM que consiguió el pasado domingo, al llegar al punto más cercano al centro de la Tierra: la mina de oro de Mponeng, y correr dentro de ella los 21 kilómetros que lo separan de la entrada. El guayaquileño consiguió esta hazaña en 2 horas, 31 minutos y 17 segundos (2h31m17s), soportando una temperatura de 40 grados al interior del yacimiento y de -1 grado en la superficie. Arribó la noche del último lunes al país, algo ronco y afectado por la tos.
“Afortunadamente cumplimos, físicamente estoy cansado, sabía que no iba a llegar a Ecuador intacto. Estar en el sitio más profundo de la Tierra es demandante fisiológicamente, ahora estoy con tos, pero también estoy bastante motivado. Soy un creyente de que la mente está sobre el cuerpo, estoy muy enfocado. Ojalá Dios y el taita Chimborazo nos permitan subir. Daré todo lo que tengo que dar para quedarme vacío”.
La afección se debió al cambio de temperatura. Detalló que en Sudáfrica es invierno y los cuatro días que permaneció ahí con sus colaboradores fueron realmente fríos.
Respecto a su recorrido en la enorme fosa, el operativo de seguridad que se montó para su paso contó con todas las garantías; en la mina se dispuso que 14 personas bajasen con él. En el trayecto, debido a la irregularidad del suelo, se cayó tres veces, pero solo sufrió raspones. Ludeña no ha descansado de manera conveniente, pues luego de la media maratón en la mina voló 22 horas hasta Ecuador, donde se encontró con el guía de montaña y experto ascensionista Esteban el ‘Topo’ Mena, quien lo asesora en su carrera a la cumbre.
Antes de viajar a Johannesburgo (Sudáfrica), Millán se preparó durante 9 meses, sometiéndose a rigurosos entrenamientos. La aclimatación a la cordillera la hizo con el ‘Topo’ Mena, uno de los ecuatorianos que ha conquistado el Everest sin oxígeno embotellado.
“Millán comenzó a prepararse hace 6 meses para la montaña. Siguió un calendario de ascensiones, de actividades que le sugerí para que estuviese listo y adaptado para subir. Me parece interesante la idea de Millán detrás de todo esto”, señaló Mena.
El plan de llegar al pináculo del Chimborazo supone 21 kilómetros: 15 km a partir de un punto en la carretera Guaranda-Riobamba hasta el refugio Hermanos Carrel y 6 km desde allí hacia la cima. Se programó el inicio a las 16:00 de ayer y el arribo a las 07:00 de hoy.
La idea es completar el segundo récord Guinness, al conectar el lugar más cercano al núcleo del globo terráqueo con el sitio más alejado de este o, si se quiere entender, el punto más cercano al sol.
Mena debía seguirlo en vehículo, pero en el refugio asumiría su rol de guía de montaña, encargándose de las cuerdas y el resto del equipo. Antes ya trabajó con Millán, no de manera directa, pero sí con asesoría. “Lo conocí hace varios años; a Carla Pérez y a mí nos pidió ciertos consejos antes de correr en la Antártida; le hablamos sobre la ropa y su preparación para el frío; los tres ascendimos al Cotopaxi hace 3 años”, reveló el ‘Topo’.
El seguimiento a Ludeña no lo hará únicamente Mena, sino también 3 personas de la producción del documental que se realiza sobre esta expedición, dirigido nada más y nada menos que por el uruguayo Oliver Garland, considerado el ‘Spielberg’ del cine aventura.
En relación a este tema, Millán pidió la colaboración de auspiciantes o personas particulares, ya que la elaboración del filme demanda algunos costos.
Para la culminación de este proyecto en la meta estarán los padres del ascensionista, Mireya Rodríguez y ‘Pepe’ Ludeña, quienes estaban por desplazarse desde Guayaquil. A ellos y a su novia, Carolina Bassignana, les agradeció por su respaldo.
Ludeña es el único ecuatoriano en terminar las ultramaratones más peligrosas del mundo: en 2014 la Maratón des Sables, que implicó cubrir 247 km el desierto del Sahara, y en 2016 la Antártida 100K. “Mientras suba al Chimborazo pensaré en un siguiente reto, quién sabe si me apunte para ir al espacio...”, mencionó entre risas. (I)