Mayer se ganó el cariño con perfil bajo
El argentino Leonardo Mayer -número 95 del mundo- ocupa el segundo lugar del cuadro principal de 48 tenistas que disputarán desde el lunes el Challenger Ciudad de Guayaquil.
El primer lugar del cuadro lo ocupará el boliviano Hugo Dellien, ubicado en el puesto 78 del ránking mundial.
Los otros dos Top 100 que participarán del torneo son el español Jaume Munar (96) y el brasileño Thiago Monteiro (97).
Además jugarán cuatro ecuatorianos que integran el equipo Copa Davis: Emilio Gómez (143), Roberto Quiroz (266), Gonzalo Escobar (338) y Diego Hidalgo (392). Mientras que Cayetano March (748) -también del combinado- recibió una invitación (wild card).
El escapista de los medios
Leonardo Mayer ganó su primer título ATP recién a los 27 años -hoy tiene 32- en Hamburgo, derrotando en la final al experimentado David Ferrer.
Esa victoria fue festejada con emoción por todos: compañeros, amigos y rivales. No solo porque fue primer título, sino por su calidad humana.
Mayer es así: sumiso, de perfil bajo, escapista de las declaraciones ya que los micrófonos y las cámaras lo incomodan.
Leonardo Alonso, uno de los entrenadores de Mayer, asegura que su pupilo “se cansó de ganar amistades” en cada país que visitó y torneo en el que participó, gracias a su calidad humana y su espíritu deportivo.
“Nunca tuvo malos gestos, es transparente, no tiene dobles sentidos, por esa razón lo aprecian como es, cariñoso, muy respetuoso, nunca se mete en ningún lío”.
Parte de esa personalidad la forjó durante su juventud, pues se las ingenió para formarse en el tenis, a pesar de los pocos recursos económicos con los que contaba.
Gustavo Luza, director de la Escuela Nacional de la Asociación Argentina de Tenis, recuerda los padecimientos que obstaculizaron su formación.
“Siempre le costó mucho todo, porque no tenía dinero. Armaba su calendario en el circuito nacional por la cercanía entre club y club, para no gastar tanto en viaje. Emiliano Massa, quien era de su camada, le regalaba las raquetas cuando las dejaba de usar, y así “Leo” tenía recambio”.
El mismo Luza recuerda de manera hilarante como en el año 2004 -siendo capitán del equipo argentino de Copa Davis- llevó a Mayer como sparring a la serie ante Marruecos (en Agadir). En aquella ocasión “Leo” de 17 años, se metió por primera vez al mar.
“El hotel estaba frente al mar. No bien llegamos, hicimos unos movimientos en la playa, nos tiramos al mar y lo veo a ‘Leo’ salir de abajo del agua gritando ?¡Está salada, está salada!”.
Luego de una carrera llena de sacrificios pero que llevó con alegría y buena actitud, su mayor premio es formar parte del equipo argentino de Copa Davis que desde el 18 de noviembre participará de la nueva edición del torneo, en Madrid. (I)