El finlandés Jari-Matti Latvala finalizó como líder la primera jornada del Rally de Francia, 11ª prueba del Mundial, este viernes en un inicio de carrera marcado por los problemas del vigente campeón, el francés Sebastian Ogier, que ha hipotecado sus opciones de triunfo en esta prueba.

Latvala (VW Polo-R) aventajó al noruego Andreas Mikkelsen (VW Polo-R) en 8 segundos y al británico Kris Meeke (Citroën DS3) en 23.

Ogier (VW Polo-R), con problemas en el motor por la mañana, fue también penalizado con 4 minutos después de haber puntuado demasiado pronto en un control. Completó su jornada para el olvido con una rotura de su amortiguador, concediendo finalmente casi 9 minutos con la cabeza de la carrera.

"Abatido, decepcionado... No hay nada que esperar en este rally, salvo los puntos de la Power Stage (domingo). De verdad sufrí todos los males posibles", señaló el francés, líder del Mundial, que pierde prácticamente la oportunidad de proclamarse campeón por segundo año consecutivo el domingo en Estrasburgo.

La única opción que había para que Ogier pudiera ser campeón en la carrera francesa, la 11ª de las 13 de las que se compone el Mundial, era finalizar con 6 puntos de ventaja sobre Latvala, su principal perseguidor. Esta hipótesis ya sólo puede darse si el finlandés se retira y el campeón defensor protagoniza una espectacular remontada.

Ahora Ogier corre el riesgo de perder gran parte de su ventaja en el campeonato. Actualmente cuenta con 50 puntos de colchón, que podría reducirse a 22 cuando restan dos pruebas (España y Gales). En teoría debería ser suficiente para coronarse, pero otra jornada negra como la de este viernes podría ponerle en importantes dificultades.

Latvala, por su parte, mostró su solidez ganando 4 de las 7 especiales: "Sueño con imponerme finalmente en un rally de asfalto. Las carreteras están limpias y secas, lo que aprecio enormemente, por lo que tengo razones para creer".

El sábado se disputa la segunda etapa, con siete especiales en los viñedos de la región de Colmar.