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El Telégrafo
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El pugilista pretende mostrar su real potencial

Klitschko quiere la revancha ante Fury

El ucraniano Wladimir Klitschko se protege de los golpes que le propina Tyson Fury, durante el combate del sábado pasado en Dusseldorf, Alemania. Foto: AFP
El ucraniano Wladimir Klitschko se protege de los golpes que le propina Tyson Fury, durante el combate del sábado pasado en Dusseldorf, Alemania. Foto: AFP
03 de diciembre de 2015 - 00:00 - Agencia AFP

Kiev, Ucrania.-

Wladimir Klitschko, excampeón mundial de boxeo como peso pesado, no desperdició mucho tiempo pensando en cuál sería su próximo paso tras ser destronado por Tyson Fury el sábado pasado. Cuatro días después de una de las sorpresas más grandes del boxeo, Klitschko anunció ayer que ha decidido ejercer su derecho contractual de una revancha inmediata.   

“Estuve frustrado inmediatamente después de la pelea, pero  ahora sé que quiero demostrar que soy mucho mejor de lo que fui el sábado, dijo Klitschko. “Yo no pude demostrar mi verdadero potencial en ningún momento. Quiero que eso cambie en la revancha... y cambiará”, agregó el púgil.    

En Dusseldorf, el ucraniano sufrió la cuarta derrota de su carrera y la primera desde 2004, por decisión unánime de los tres jueces. Fury ya había indicado después de su victoria ante el ucraniano que no tendría ningún problema en regresar a Alemania para enfrentarse una vez más a Klitschko.

Fury, el nuevo y extravagante campeón mundial de los pesados

Tyson Fury casi muere al nacer, tres meses antes de tiempo, el 12 de agosto de 1988. Su peso era bajísimo y sus posibilidades de vivir eran ínfimas. Eran tiempos en que el mundo se deslumbraba ante los embates certeros de un gran campeón del mundo del boxeo: Mike Tyson. Fue por él que su padre decidió bautizarlo de esa manera.

Sin embargo, como si el nombre elegido por su padre fuera mágico, comenzó a cobrar fuerzas, a crecer sin detenerse y a convertirse en lo más parecido a un guerrero. Su origen gitano fue quizás uno de los factores que le permitió trascender casi desde la muerte.

En Cheshire, su lugar en el mundo, este inglés creció y se formó en la adversidad. Nació, como tantos otros de los suyos, en una cabaña humilde. Luego su padre logró construir una casa. Pero su infancia no fue una bendición: padeció la violenta relación que tenían sus padres. “Mi madre y mi padre estaban siempre peleando y gritándose. Mi padre tenía diferentes mujeres y distintos hijos en el camino. Mi madre tuvo catorce embarazos, pero solo cuatro sobrevivimos”.

No reniega de su vida pasada. Al contrario, cree que lo fortalece y que es uno de sus secretos para vencer a sus rivales en el cuadrilátero.

Pero además de su triunfo sobre Klitschko, Fury es conocido por su particular manera de pensar. Reconvertido al cristianismo por su tío pastor, el nuevo campeón del mundo de los pesos pesados cobró notoriedad en las últimas semanas por sus declaraciones sobre homosexualidad y la vida de ‘magia’ negra que tenían sus rivales.

En 2013, fue multado en 3 mil libras por la Asociación de Boxeo Británico por decir que sus colegas David Price y Tony Bellew eran amantes. Su vida está llena de excentricidades y locuras. Su cuenta de Twitter puede dar cuenta de ello. Los videos que sube a YouTube rompiendo sandías con su cabeza, también. Todo es impredecible en el nuevo campeón del mundo del boxeo. (I)

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