Los casi dos metros de estatura (mide 1,98 m) los ha sabido aprovechar el atleta ecuatoriano Gudman Eresman Chalá Quilumba para destacar en el salto alto y en su labor como guardaespaldas del vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner.

El “tricolor”, de 41 años, compagina sus labores de protección en la Vicepresidencia con los entrenamientos y las competencias, en las que también brilla.

Entre sus logros más recientes destaca el quinto lugar en el Mundial de Atletismo Máster desarrollado en Polonia, en marzo pasado, con un salto de 1,80 m en la categoría de 40 a 44 años.

“Tengo 28 años de deportista, 27 de ellos dedicados al salto alto. Me inicié con el entrenador Edmundo Hidalgo en los 400 metros planos, pero después de unas travesuras mías saltando en la colchoneta, el técnico vio que tenía condiciones para el salto alto”, mencionó el padre de Gudman Emanuel.

Entre sus conquistas más importantes constan el título nacional en las categorías menores, juvenil y sénior. Además de que en 2004 fue campeón sudamericano universitario representando a la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE) en Chile y sin dudas los máximos reconocimientos son las medallas de oro sudamericanas entre deportistas de 35 a 39 años, conseguidas desde 2012 hasta la actualidad.

Pese a esos triunfos, Gudman considera que su hijo, de 5 años, es su victoria más grande, aunque no retira de la lista de preseas más destacadas la alcanzada en 2014 en Medellín (Colombia) en la fuerte lucha que tuvo por la dorada ante el argentino Luciano Saltapé, también en el Sudamericano Máster y el quinto lugar en Polonia. 

Los entrenamientos los realiza con el cubano Juan Luis González y los hace por lo general desde las 05:00 hasta las 07:00. Luego se dirige a cumplir con la seguridad del Segundo Mandatario. “Tengo permiso por el tema de la Ley del Deporte que nos ampara para salir a representar al país”, señaló el imbabureño, quien añadió que también cuenta con todo el apoyo de Sonnenholzner.

Las prácticas las cumple en el lugar que se encuentre, por ejemplo, si no está en Quito, donde reside, en la ciudad en la que esté busca un gimnasio o una pista para realizar el trabajo y mantenerse en forma.

Fuera del salto alto y su trabajo como guardaespaldas, Chalá se dedica los fines de semana a jugar básquet, pero más que nada a compartir mucho tiempo con el pequeño Gudman, porque el deporte y su trabajo lo absorben. “Entonces tengo que dedicarle el tiempo a mi hijo y esposa (Yesenia Cedeño)”, manifestó el licenciado en deportes graduado en la ESPE. 

La historia detrás del nombre del saltador, quien además es integrante de la Infantería de Marina, tiene que ver con que su madre, Carmen Quilumba, le quiso poner Eresman y el cura de la parroquia en el Valle del Chota (Imbabura) le recomendó que le ponga Goodman.

Pero al momento de ser inscrito en el Registro Civil de Ibarra, el papá, Remigio Chalá, fue impedido de poner Goodman con doble o y se quedó como Gudman Eresman Chalá Quilumba.

El deportista nacional tiene 20 años de servicio en la Infantería de Marina y en diciembre próximo ascenderá a sargento primero, otro de sus más importantes reconocimientos en su vida.

Chalá volverá a saltar el próximo 15 de mayo en Copa Mercosur que se cumplirá en Montevideo (Uruguay). (I)