Etapa emocionante que mantiene a Richard como líder
Como se anticipaba la etapa número nueve de la Vuelta a España fue dominada por “sprinters”, es decir aquellos ciclistas expertos en pedalear a altas velocidades en cortos espacios.
Fueron 163 kilómetros con mayoría plana, son fases que sirven en muchas ocasiones para que equipos que no son conocidos a nivel mundial ganen notoriedad. En esta ocasión el rey del sprint, el belga Sam Benett, parecía que se iba a llevar la etapa, de hecho llegó en primer lugar, pero posteriormente a la carrera la organización revisó algunos videos de la carrera y lo descalificó debido a que desplazó a algunos ciclistas con el hombro antes de llegar a los últimos kilómetros.
Es así que los comisarios dieron la etapa al alemán Pascal Ackermann, algo que sin duda genera la polémica más grande de la vuelta hasta el momento.
Por su parte la “Locomotora del Carchi” llegó con el pelotón, lo que le significó permanecer con la maglia roja, es decir, como líder de la vuelta y con el mismo tiempo de distancia que lo separaba con Primoz Roglic, por lo que la clasificación general no sufre cambios considerables.
La etapa se llevó a cabo sin mayores percances ni sorpresas, durante las 3 horas y 39 minutos. Quizás el hecho más significativo fue que Primoz Roglic pinchó su llanta delantera en la mitad de la competición, pero fue rápidamente auxiliado por su equipo y así regresó rápidamente al pelotón, por lo que no perdió tiempo a la hora de llegar a meta.
Este viernes 30 de octubre se corre otra etapa llana a día seguido, en un trayecto de 185 kilómetros, pero con un repecho importante en la meta, que se puede prestar para un remate final. (I)