Eslovenia campeona de Europa de básquet
Eslovenia se proclamó campeona de Europa de básquetbol por primera vez en su historia al imponerse en la final del torneo continental a Serbia (93-85), en un campeonato en el que Juan Carlos Navarro se despidió de la selección española con un bronce.
En ausencia de Luka Doncic, que se retiró lesionado en el tercer cuarto, el escolta Goran Dragic se erigió en la estrella de este joven equipo para guiar al triunfo a su selección con una actuación majestuosa: 35 puntos (20 en el segundo cuarto), 7 rebotes y 3 asistencias.
Es el primer título internacional de esta exrepública de la antigua Yugoslavia, de apenas dos millones de habitantes, lo que convierte a este país en el campeón más pequeño desde el triunfo de Letonia en 1935.
La final respondió a las expectativas creadas por los dos equipos más fuertes del torneo. El primer cuarto fue muy igualado, con alternativas constantes por parte de los dos equipos, aunque los serbios tomaron ventaja en el tramo final y acabaron con dos puntos de diferencia (20-22, minuto 10).
El encuentro se rompió en el segundo cuarto, con la actuación portentosa de Goran Dragic, autor de 20 puntos en esos 10 minutos, que llevaron al equipo esloveno con ventaja de nueve al descanso (56-47).
Gracias a la aportación de otros jugadores como Luka Doncic, el nacionalizado Anthony Randolph y Klemen Prepelic, los eslovenos parecían tener el partido controlado cuando se produjo una jugada que pudo ser decisiva para el desenlace de la final.
A falta de 4:44 para el final del tercer periodo, con 63-55 en el marcador a favor de los eslovenos, el joven Doncic se torció el tobillo tras un salto y tuvo que abandonar la cancha visiblemente dolorido.
Con un parcial de 0-6, los serbios igualaron el partido en momentos en los que Eslovenia echaba de menos a sus referentes, Doncic lesionado y Dragic en el banquillo descansando.
El escolta de los Heats de Miami tuvo que regresar para tratar de cortar la racha serbia y logró con sus puntos mantener a su equipo por delante antes de afrontar el cuarto definitivo (71-67, minuto 30).
En un primer momento, los eslovenos parecieron aguantar el chaparrón, pero los serbios, liderados por Bogdan Bogdanovic, dieron la vuelta al luminoso con menos de cuatro minutos por jugar (80-82).
Cuando parecía que los serbios habían hecho lo más difícil, entre Dragic, Randolph y Prepelic resucitaron a Eslovenia y con un parcial de 13-5 sentenciaron la final (93-85). (I)